El secretario general de la Asociación Musulmana de Melilla (ARM) y miembro de la Mesa Interconfesional, Abderramán Benyahya, ha concedido una entrevista a MELILLA HOY en la que analiza la actualidad de nuestra ciudad. Sobre las recientes elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo, considera que "han sido las elecciones con más contenido étnico que hemos vivido", hasta el punto de señalar que CPM "ha radicalizado su discurso" y se ha centrado "únicamente en el sector musulmán" de la población. También da su opinión sobre las asociaciones religiosas musulmanas, el encarcelamiento de Ali Aarras y las operaciones antiyihadistas que han tenido lugar en Melilla. ¿Cómo ve la situación actual de Melilla?
Como en el resto de España, con nuestras especificidades. Estamos viviendo momentos apasionantes desde el punto de vista político y social y mucho me temo que nuestra clase política no esté a la altura.
No hay que olvidar que nuestra situación geográfica nos vincula de alguna forma con nuestro entorno, en el que se están produciendo cambios y algunos no precisamente buenos. Los movimientos migratorios, la situación de los MENAS (menores extranjeros no acompañados) y las crisis que se suceden y otras a punto de estallar en nuestro entorno, no sólo influyen en nuestra economía, también preocupan a nuestros socios europeos.
Qué le han parecido los resultados de las elecciones 24 de mayo, donde PP y CPM han sido las dos fuerzas más votadas. ¿Es fiel reflejo de lo que ocurre en Melilla?
Lamentablemente sí, lo que es contraproducente, porque responde a un momento muy determinado. CPM se ha radicalizado en su discurso y ha centrado su esfuerzo en el sector musulmán, renunciando al resto de votantes, prueba de ello es el cierre de campaña, claramente étnico y religioso, con un concierto de himnos religiosos. Posiblemente hayan sido las elecciones con más contenido étnico que hemos vivido, todo ello en un momento donde la cohesión melillense es más necesaria que nunca, como necesarios son los pactos entre todos los partidos y muy especialmente los de implantación nacional.
Uno de los temas en los que ha sido usted más activo es en la defensa del melillense Ali Aarras, que sigue encarcelado en Marruecos. ¿Cómo está la cuestión?
Efectivamente y ello a pesar de de los dictámenes de las Naciones Unidas que solicitan de Marruecos la puesta en libertad de Alí Aarras y obliga a que sea indemnizado por haber sido condenado sin pruebas en juicio arbitrario y sin posibilidad de defensa. También la ONU ha dictaminado que la entrega a Marruecos ha sido ilegal y arbitraria por lo que también conmina al Estado Español a que indemnice al Sr. Aarras, por ello el equipo de abogados está trabajando en una demanda contra el Estado. Por otra parte el Estado belga ha sido condenado también por los tribunales belgas por inacción.
¿Qué le parece la situación de las asociaciones de musulmanas melillense y en concreto el papel de la Comisión Islámica de Melilla?
La situación de las asociaciones musulmanas, incluida a la que pertenezco, es que son incapaces de gestionar la independencia religiosa de los melillenses y contribuir con un Islam netamente español y europeo, evidentemente, cada una por razones distintas. Por lo que es necesario redefinir el papel de las mismas y experimentar otro tipo de interlocución. Creo que las mezquitas deberían jugar un papel más activo. En cuanto a la Comisión Islámica su papel es lamentable, se ha convertido en instrumento de CPM lo que dificulta un modelo de convivencia en el marco de la laicidad, es imposible abordar un programa de secularización sin antes romper con el binomio CIM-CPM.
También me gustaría preguntarle por su opinión sobre las múltiples operaciones antiyihadistas que se han producido en Melilla.
Hay que tener en cuenta que este fenómeno no es exclusivo de Melilla. Se han llevado varias detenciones de las que sólo sabemos de sus detenciones. La lentitud de la justicia no es buena en estos casos. Por una parte si hubiera indicios suficientes deberían ser acusados porque sería contraproducente que fueran detenidos por meras sospechas. Esto además de entorpecer la lucha contra esta lacra podría dañar a ciudadanos. Si no hubiera nada contra ellos, el daño sería irreparable. Es muy importante separar lo que es terrorismo de yihadismo, que son tan diferentes como el nacionalismo lo es del terrorismo. Nos puede gustar más o menos una interpretación rigorista de la religión, pero no por ello debemos estigmatizar a nadie y menos como terroristas, por eso es necesaria una justicia ágil y si lo han hecho, que lo paguen.
¿La Ciudad ha cambiado mucho en este sentido?
Sin duda y lo notamos en nuestro paisaje urbano. La crisis en Europa nos ha hecho recibir a ciudadanos nada familiarizados con un islam acostumbrado a convivir entre distintas religiones, ciudadanos que han tenido una formación por un personal religioso muy “viciado” por los acontecimientos de Oriente Medio y la corriente radicalista árabe interesados en este clima para saldar sus guerras, que tienen que ver más con intereses petrolíferos y gaseoducticos que con el Islam.
Pero es un fenómeno que toma cuerpo en nuestro entorno, por ello la insistencia en la cohesión política de los melillenses. No estamos expuestos más que otros españoles, pero eso no quiere decir que no seamos más vulnerables. Lo peor que nos puede pasar es que Melilla se convierta en un quebradero de cabeza para Europa.
