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El antiguo edificio de Correos, vivienda 'okupa' para MENAS e indigentes

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(Autor: Guerrero)

Desde su cierre definitivo en septiembre del pasado año 2014, el antiguo edificio de Correos de la calle Pablo Vallescá se ha convertido, paulatinamente, en el lugar de cobijo y residencia provisional para jóvenes y menores extranjeros no acompañados e indigentes. El inmueble, de cinco mil metros cuadrados, sufre no sólo los estragos del tiempo sino también de la acción vandálica de los que han encontrado en marcos de puertas, verjas e incluso sanitarios una posible fuente de ingresos. La Ciudad Autónoma aprobó hacer unes mes la compra del inmueble por algo más de tres millones de euros para acoger la futura Facultad de Enfermería. Durante las horas diurnas el antiguo edificio de Correos de la calle Pablo Vallescá, colindante con el Auditorium Carvajal, permanece cerrado y vacío, pero es a la caída de la noche, en el momento que el trasiego de personas y tránsito rodado decae en la zona centro cuando un número indeterminado de jóvenes extranjeros e indocumentados, logran acceder a su interior para, principalmente, refugiarse de la climatología y tener un techo bajo el que dormir, según han señalado algunos vecinos de la zona.

Este magnífico inmueble que abrió sus puertas un 8 de septiembre de 1951, ha ido perdiendo su esplendor a lo largo de las décadas hasta convertirse en estos momentos en un inmueble para okupas que, de la misma forma que encuentran un espacio donde guarecerse y ocultarse de los agentes del orden, han descubierto aquí todo un inmenso almacén de elementos de los que poder sacar provecho, de ahí que haya comenzado a desaparecer desde inodoros a marcos de puertas o incluso verjas.

El siguiente paso será retirar el cobre de todo el cableado eléctrico, con lo que sin duda se acelerará el deterioro del inmueble, hasta el punto que podría ser declarado en ruina en corto espacio de tiempo.

Los okupas acceden al interior aprovechando el que varias ventanas del piso superior fueron reventadas hace tiempo. También se sirven, como plataforma de acceso, del muro que colinda entre el edifico y el parque Lobera o por el callejón situado junto a la cuesta del Auditorium Carvajal.

El incremento de las medidas de control policial para reducir los intentos de los menores extranjeros no acompañados, adolescentes y adultos extranjeros de acceder al puerto para intentar embarcar como polizones hacia la península, ha obligado a estas personas a buscar nuevos lugares en los que cobijarse mientras logran su objetivo. La clausura de las cuevas de la zona de la escollera del puerto comercial, la instalación de garitas de la Guardia Civil en el acceso al espaldón y el control en las inmediaciones del faro de Melilla la Vieja, entre otras acciones de vigilancia, merman las posibilidades de los inmigrantes irregulares de poder cumplir su objetivo, que no dudan incluso enjugarse la vida como así le ocurrió a un joven marroquí de 18 años que falleció hace un mes al precipitarse contra las rocas de la escollera en su intento de acceder al puerto comercial.

Las redadas en Melilla la Vieja o el parque Hernández contra la presencia de indocumentados, que concluyen por lo general con la intervención de grupos de jóvenes que son conducidos al centro de Purísima, también arrojan resultados positivos, de ahí que tanto los adolescentes extranjeros como los sin papeles hayan encontrado, por ahora en un número bajo, el antiguo edificio de Correos como el lugar idóneo en el que ocultarse. No en vano los cinco mil metros cuadrados del inmueble, dividido en distintas estancias entre oficinas y salones, dificultan las labores de vigilancia y posibilitan a los okupas el disponer de un refugio seguro lleno de recovecos.

El futuro del inmueble depende muy mucho de lo que ocurra en los próximos años y de la posición del futuro Gobierno de la Ciudad Autónoma al respecto. No en vano, el pasado mes de abril se aprobó en Pleno la adquisición del edificio por un montante de más de tres millones de euros, al objeto de que con una rehabilitación de algo más de un millón y medio de euros, pudiera ser destinado, como se planificó en principio, como futura sede de la Facultad de Enfermería, pero todo está aún por ver.

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Jesús Andújar

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