Juan Cotino, director general de la Policía, visitaba Melilla junto a sus colegas franceses para mantener distintas reuniones sobre inmigración, así como mostrar el sistema de control fronterizo y el CETI. Esta actividad formaban parte de las jornadas bilaterales sobre colaboración en materia de inmigración, con sede en Málaga.
La Consejería de Economía y Hacienda, como responsable de la Oficina de Estadística, dictaba una orden para ejercer un mayor y mejor control de la legalidad de las peticiones de empadronamiento que, en elevado número, se venían produciendo en Melilla por parte de marroquíes. La "avalancha" de solicitudes, 545 hasta junio, no sólo obligaba a extremar las medidas de evitación de posibles fraudes, sino que llevaba a estrechar la colaboración entre Melilla y la Delegación del Gobierno.
