Si amigos, “menudo elenco de ex mandatarios”. Sucedió en casa Lucio, un mesón-restaurante donde tantas veces se ha dado cita la mayoría del pueblo español y sobre todo el madrileño, dice “nuestro” rey emérito Don Juan Carlos que es donde se comen los “mejores huevos rotos” en España y ¿Quienes mejores comensales para certificarlo? Nada más y nada menos que nuestros ex presidentes constitucionales, González, Aznar, Zapatero y el actual, Rajoy (los pongo en por ese orden, por su mandato presidencial).
Dicen que no fue en “salón reservado”, sino que como unos comensales más que en día de diario se dan cita para hablar de “sus cosas”, ni más ni menos que “del tiempo, del calor que está haciendo” o como cuando le preguntaron a Mariano por “su amigo” Bárcenas encarcelado, por sus “mensajes de apoyo vía móvil” al mencionado, y contestando que “estaba lloviendo mucho”. Puede ser que hablaran también como nosotros mismos solemos hacer cuando estamos entre amiguetes y ha caído ya una botellita, es decir, de lo que “nos aprietan nuestras respectivas y su control”, del vecino, del “Madrid, del Barça, del Atleti o del Betis”. “De los pitos esteladas en manos de los que no se sienten españoles (por mi a estos que les den… dos duros)” y ¿Por qué no? posiblemente de sus presuntos “ligues y correrías allende nuestras fronteras”, son humanos, son españoles, como nosotros. No me ha quedado claro en el menú, o posiblemente fuese a la carta, si brindaron todos juntos “por los tiempos tan cojonudos que están por aflorar y llegar” con champañe francés, cava catalán o quizás ese que ha sacado ahora el país vecino alauita y si al final hubo café y copa (lo del puro lo eliminó Zapatero) o quizás un buen “carajillo de ron o coñac”.
¿Alguien puede pensar que hablaron de cosas serias y preocupantes del país?, sería de ilusos pensarlo siquiera, en las últimas fechas, sobre todo al presidente y a los ex, se les ve en demasiadas circunstancias juntos, ahora bien, más vale que sea esto de ayer en Casa Lucio que en velatorios o entierros (toco madera).
Creo que no hay que ser “muy espabilado” para pensar que posiblemente, nuestro actual Jefe de Estado, Felipe VI, tenga mucho que ver o incluso, sea el promotor de tan “importante y trascendental encuentro” para el futuro democrático y constitucional de España. Desconozco si durante los entremeses, primer plato, segundo, postres, etc., se dio el compromiso inequívoco de apostar por aunar esfuerzos e ideas entre todos los comensales “ocasionales” y “grandes patriotas”, para contrarrestar y hacer frente común a esos partidos emergentes tan “radicales, tan peligrosos y tan malos malísimos” que pueden “acabar con la democracia y el bienestar de España y de los españoles”.
Si alguien puede pensar que “ando con algo de cachondeo”, nada más lejos de la realidad y pronto, “con pelos y señales” cualquiera de ellos o todos conjuntamente nos van a ir descifrando lo tratado. Eso sí, lo que costó el menú del quinteto y quien fue el que “apoquinó”, será secreto del sumario, aunque mucho me temo, que como otras veces, lo hayamos pagado tu, yo y unos cuantos más.
