El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, destacó la implicación de todas las partes que intervienen en el problema de los menores extranjeros no acompañados para tratar de solventarlo. De momento, según dijo, ya se están dando grandes pasos gracias a las medidas de seguridad que se han adoptado en Melilla La Vieja, donde hay presencia permanente de guardias civiles en la Cuesta de la Florentina y la puerta del museo. Sin embargo, insistió en que es necesario seguir avanzando, para lo que se está intentando hacer ver a la Fiscalía que lo que ocurre con estos menores “no puede ser considerado como normal y aceptable”. El Barkani, en declaraciones a la Cadena Ser, explicó que todas las partes implicadas en este asunto están “hablando con la Fiscalía para decirle que hay menores que un día sí y otro también están haciendo lo mismo” en las escolleras con la intención de aprovechar agujeros en la seguridad del puerto comercial para colarse en él. Y cuando son interceptados por la Guardia Civil, “se les coge a veces lesionando, insultando o faltando el respeto a los agentes” ante su frustración por no haber podido llevar a cabo sus planes de llegar a los buques para llegar como polizones a Europa.
Esa es una de las cosas que el delegado del Gobierno cree que no debe ser consideradas como normales, ya que “los están cogiendo y devolviendo a los centros de menores como si nada” pese a que en algunos casos se producen esos insultos o agresiones a agentes de la autoridad.
En opinión del delegado del Gobierno, está “muy bien” que la Ciudad Autónoma tenga que tutelar a los menores por imperativo legal, ya que “el bien primordial es el menor”. Sin embargo, “hay que tomar medidas que hagan factible y busquen el equilibrio entre la educación, la tutela de esa persona y que luego no delincan tanto”.
Una minoría
Según explicó El Barkani en la entrevista radiofónica, los menores extranjeros que están dando estos problemas desde hace unos meses son un grupo reducido de todos los que han llegado a Melilla de manera irregular. Así, cifró en más del 60% los que están tutelados y sometidos a programas de formación, educación y entretenimiento en los centros de menores. En definitiva, más de la mitad “aceptan perfectamente todas las normas”.
Entre los que son interceptados, hay “una minoría” que está dada de alta en los centros de menores. Y luego hay un tercer grupo “aún más minoritario, que son los que verdaderamente dan esos problemas” al enfrentarse contra los agentes.
En cualquier caso, destacó la efectividad que ya se está viendo en las estadísticas de incidencias que a diario le pasa la Guardia Civil, donde las cifras de menores interceptados en el puerto que se están dando ahora “no son las que se barajaban hace un mes”.
Según dijo El Barkani, los menores “ahora lo tienen mucho más difícil” por la presencia física de la Guardia Civil en la Cuesta de la Florentina y en la puerta del museo del Pueblo.
