El reelegido presidente de la Ciudad puso el foco en su discurso en dos de los grandes problemas que aquejan Melilla, como son el paro y la pobreza, para los que ha anunciado medidas para combatirlos y lograr con ello el bienestar social para el mayor número de melillenses posible Juan José Imbroda Ortiz, melillense, 71 años de edad, protagonizó ayer su quinta toma sesión de investidura consecutiva. 15 años en la máxima responsabilidad del Gobierno desde que llegó al primer sillón de la Asamblea en el año 2000 a los que hay sumar cuatro años más. Un día en el que se emocionó especialmente cuando recordó a sus padres durante el discurso que ofreció en el Salón Dorado ante el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y numerosos asistentes, entre autoridades y representantes sociales de diversa índole.
El reelegido presidente de la Ciudad puso el foco en su discurso en dos de los grandes problemas que aquejan Melilla, como son el paro y la pobreza, para los que ha anunciado medidas para combatirlos y lograr con ello el bienestar social para el mayor número de melillenses posible.
Así anunció la creación de una nueva Consejería de Empleo, que aglutinaría además Promesa y Patronato de Turismo, con el fin de buscar, junto con el Gobierno de la Nación, reducir el número de personas que sufren uno de los mayores dramas que se puede padecer: engrosar las listas del desempleo.
El dirigente del PP también avanzó la puesta en marcha de un segundo Plan de Inclusión Social, con medidas de formación y de empleo, para reducir aún más los porcentajes de pobreza en la ciudad, después de bajar los índices del 33,5 por ciento de 2011 al 21,7 de 2014.
Imbroda tampoco se olvidó en su intervención de otras realizaciones encaminadas a mejorar la economía como es continuar con el proyecto de ampliación del Puerto de Melilla, que permitiría ganar 25 hectáreas al mar, con todas las posibilidades que favorecería ello, como el traslado de la central Endesa desde el centro al puerto dejando ese terreno para algo más propicio en una zona tan emblemática como aquella, y lo que es más importante aún, la creación de unos 5.000 puestos de trabajo, entre empleos directos e indirectos.
También sobresalen las mejoras previstas en Educación, como las nuevas infraestructuras, desde la etapa Infantil hasta la Universidad.
De igual manera destacan medidas de mayor transparencia y contra la corrupción, como la creación de la mesa de control de las contrataciones de obras y servicios, que estará presidida por un miembro de la oposición.
Y así un largo discurso del que damos cuenta en páginas siguientes y que resumen el programa para este mandato, el quinto consecutivo, de un Imbroda que gozará de nuevo de mayoría absoluta gracias al pacto de gobernabilidad entre PP y PPL. Un pacto que, pese a las dificultades por la tormentosa relación que acompañó a estos dos partidos hasta hace bien poco, ha vivido su primera tensión pero parece que "la sangre no llegará al río".
Una vez realizada la investidura y conocidos los objetivos para esta "legislatura", a partir de ahora tocará pensar en el próximo Gobierno, cuyos integrantes conoceremos oficialmente el próximo lunes 20 de julio. Ahora toca la etapa de lucha contra el paro y la pobreza fundamentalmente pero también de otros objetivos necesarias para que Melilla no se estanque y avance para beneficio de todos los melillenses.
