El mes de julio cierra su programación de Música a la Luna con la presencia en la plaza de Estopiñán de Olga Román de para el conocido crítico Jesús Santana una intérprete de gran sensibilidad con una colección de canciones que apoyadas en la ligereza de sus arreglos son capaces de transmitir sentimientos comunes a todos con una dulzura y con una belleza que casi duelen. El Patronato de Turismo desde hace un lustro ofrece el ciclo de conciertos de 'Música a la Luna por los rincones del Pueblo', una iniciativa que se enmarca en el Plan de Competitividad de Melilla La Vieja. Los conciertos comenzaron el 30 de mayo con Juan Perro, para seguir en junio con las actuaciones de Juan París y el de Noa Lur, aunque ya el protagonista del mes en sido Negri y cerrará el programa mensual el sábado 25, Olga Román.
Olga Román
Es la voz femenina española que mejor aúna en su música y sus canciones el jazz, la música brasileña, ritmos latinos y la influencia del pop americano. Nos ofrece un estilo propio, sencillo y elegante, a la vez que sofisticado y único en nuestro país. Brasil se respira en su música. Sus melodías frescas y penetrantes se mueven ligeras sobre armonías de jazz. Todo como un juego, como un trabalenguas fácil en la impecable voz de Olga Román.
Olga Román comenzó su carrera musical grabando como voz solista del grupo Nuestro Pequeño Mundo y compartió escenario con Luis Eduardo Aute a mediados de los 80, grabando en su disco en directo Entre amigos y un año después en Cuerpo a cuerpo y participando en las giras de conciertos por España que acompañaron a éstos.
Tras esta etapa, Olga Román viajó a Boston para entrar de lleno en contacto con el jazz. Olga consiguió primero una beca de la propia escuela y luego una beca Fulbright y se graduó suma cum laude en la prestigiosa Berklee College of Music y comenzó así un camino de varios años que la llevó a formar el Olga Román Quartet, formación con la que actuó en prestigiosos festivales de Jazz como el Montreal Jazz Festival, Québec Jazz Festival y el Boston Globe Jazz Festival entre muchos otros. El espaldarazo definitivo fue su nominación a los Boston Music Awards como mejor cantante de jazz en 1.992.
De vuelta en España, Olga comienza a trabajar en 1.994 en un proyecto que marcará su carrera y en el que estará involucrada durante trece años: Olga Román se convierte en la segunda voz de Joaquín Sabina en sus discos y sobre los escenarios. Junto a Joaquín Sabina grabó alguno de los discos memorables del artista jienense y lo acompañó en sus giras por España y Latinoamérica. Esta larga y fructífera colaboración da tiempo para que las canciones de Olga maduren y empiece a tomar forma el disco “Vueltas y Vueltas”, 2001, disco del que salieron canciones como Again, incluida en la película El Cielo Abierto de Miguel Albaladejo, que fue nominada a los Premios Goya de Cine 2002 como mejor canción original, No da igual, que se convirtió en la sintonía de la cadena de televisión LaOtra y María vale más que fue incluida en el disco Hay que volver a empezar, en apoyo a las mujeres maltratadas. El disco fue producido por Patrick Goraguer y Lucio Godoy.
