En la tarde del jueves, en el Telediario de Televisión Española, me enteré del fallecimiento en Madrid del gran actor de teatro y cine, José Sazatornil “Saza” a los 89 años de edad. Lamentable pérdida de un extraordinario personaje de la escena artística en toda su extensión y, por lo que le traté aquí en Melilla hace muchos años, una inmejorable persona, por su sencillez, amabilidad, educación y simpatía.
¿Te acuerdas, amigo Momy Levy como le conocimos, aquel mediodía acomodado en la terraza del lamentablemente desaparecido Bar-Restaurante “Metropol”? Primero te acercaste tu para saludarle y luego me aproximé yo, me lo presentaste y así se inició una amistad que duró unos tres meses, el tiempo que estuvo actuando en aquel teatro portátil conocido como “Ruzafa”, que estaba instalado poco más debajo de lo que hoy es el Hotel Ánfora.
Nos dijo que se marchaba al día siguiente porque le habían dicho que iba a actuar en un buen teatro. Yo creía –añadió- que sería más o menos como el “Ruzafa” de Valencia, y este es un teatro de ferias… Sin embargo, fue convencido por el propietario, diciéndole que probara unos días de actuación y, como ha dicho antes, sus actuaciones duraron cerca de tres mese, lo que le obligó a traerse a Melilla a su esposa, instalándose ambos en aquel Hotel Rusadir que estaba junto al Cine Monumental. Hacía dos actuaciones diarias, una por la tarde para los militares y la otra por la noche, para verle a él y los buenos espectáculos que ofrecía la empresa, con destacados artistas en las numerosas variedades, sobresaliendo unas vedettes que, para qué les cuento.
Un día, antes que llegara su esposa a Melilla, le llevé de visita a varios bares del centro para que degustara el buen tapeo que ofrecían. Así visitamos el bar “Los Candiles” de Pepe Villasana; “El Caballo Blanco”, Bar “El Rincón” del inolvidable Josele, El “Bar Zaragoza”, Casa Senén y Bodega Lacave…, diciéndome al final del recorrido “aquí, te tomas dos tapas de esas que hemos probado y has comido… !Qué bárbaro!”
Confirmada su estancia ya en Melilla, tras haber accedido a actuar en aquel “Rusafa” portátil y una vez aquí su mujer, ya no nos veíamos con frecuencia. Mi amigo Momy sí, lo hacía casi a diario y, por las noches, no se perdía la función aunque yo creo que mayormente lo hacía por ver a aquella vedete, Mari Luz, que era impresionante. Ya he dicho que “Saza”, nacido en Cataluña, nos causó una grata impresión, sobre todo como persona. Por eso ayer, al enterarme de su fallecimiento me causó pesar, tristeza. Sirvan estas líneas de modesto homenaje a aquella grata amistad.
