Amaruch Hassan dejará de ser el máximo representante de la Asociación de Hosteleros de Melilla tras las elecciones que tendrán lugar este verano. El mandatario, que también es el propietario del restaurante ‘El Caracol Moderno’ hizo balance de su gestión y espera que su sustituto consiga completar todas las tareas que han quedado pendientes, como la ampliación de los permisos de trabajo transfronterizos. El empresario también valoró la situación de la hostelería en nuestra ciudad, que calificó como “difícil”, y se mostró a favor de recuperar las Jornadas de Hostelería que la entidad organizó hace varios años, y que, en su opinión, “sacan a la gente a la calle y son positivas”.
- ¿Qué balance hace de estos dos años como presidente de la Asociación de Hosteleros de Melilla?
Creo que hemos conseguido diversos logros. Entre otros, hemos conseguido establecer el horario que teníamos anteriormente, que había sido recortado. También hemos conseguido un descuento del 77% en las terrazas a partir de este año después de batallar mucho, y teníamos una tarifa del agua muy alta que ahora hemos rebajado un 39%.
- ¿Cree que han quedado cosas por hacer durante su gestión?
Tenemos una reunión pendiente con el delegado del Gobierno por el tema de los permisos de trabajo transfronterizos, que apenas tardan un año en caducar. Ya hemos tenido una reunión, y nos queda otra pendiente para conseguir que estos permisos de trabajo tengan una duración mayor, al menos de hasta tres años. Yo creo que es algo que se va a conseguir, así como también se arreglarán las negociaciones con los sindicatos por el tema del convenio colectivo. Creo que el próximo presidente que entre podrá llevar a cabo todas estas cosas, porque son problemas pequeños y no son difíciles de solucionar.
- ¿Sabe quiénes van a presentarse a la candidatura en las próximas elecciones a la presidencia de la Asociación de Hosteleros?
La verdad es que ahora mismo no sé quiénes se van a presentar. Los estatutos dicen que en caso de que no se presentase nadie, puede tomar el mando el vicepresidente más antiguo, pero ahora mismo no sé si se van a presentar uno, dos o tres.
- ¿Cree que sería bueno volver a poner en marcha las jornadas de hostelería que organizaban desde la Asociación?
Todos los eventos que se hagan para la ciudad o en pos de ayudar al turismo y sacar a la gente a la calle siempre son positivos, tanto para Melilla como para nosotros. Creo que no hay nada que alegre más a la ciudadanía que la hostelería.
¿Cómo han sobrellevado la crisis económica? ¿Cómo está actualmente la situación del sector?
Sacrificarse en el negocio de la hostelería es algo muy duro ahora mismo, hay que trabajar muchísimo. Lo que hacen los profesionales de este gremio no se puede pagar con nada, y no hablo sólo de los dueños, sino también de los trabajadores. La hostelería es un sector que mueve la ciudad, y lo cierto es que lo estamos pasando mal desde que la crisis llegó en 2008. No tiene nada que ver con el ‘boom’ hostelero previo, años en los que abría cualquier local y siempre había colas en la puerta. Todo eso se ha terminado. Melilla no es la Costa del Sol ni Benidorm, no es una zona turística. Esta ciudad es un rincón, no tenemos un turismo de calidad porque no existen infraestructuras para ello, y la gente de Melilla sólo sale los fines de semana o cuando trae a familiares de la Península… y para de contar. En cuanto a la frontera, todos dicen que ahora funciona mejor, pero no se está notando. Nadie tiene culpa de que exista, pero lo cierto es que el tema de la inmigración nos ha perjudicado bastante.
- ¿Cree usted que la entidad ha contado con la ayuda suficiente de la Ciudad Autónoma durante su mandato?
Creo que la ayuda nunca es suficiente. Siempre nos faltan cosas, pero yo creo que si el próximo presidente tiene ánimos y ganas de actuar, se pueden lograr más cosas por parte de la Ciudad Autónoma y de la Delegación del Gobierno. Es una cuestión de tiempo, diálogo, paciencia y ganas de trabajar.
