La compañía aérea de nuevo cuño, Melilla Jet, tenía previsto iniciar todos sus vuelos con la Península el 25 de septiembre de 1995. La empresa anunciaba que aplicaría la misma política tarifaria que la de su competidora Binter Mediterráneo y mantendría enlaces diarios con Málaga y alternos con Madrid y Almería.
Por otro lado, se publicaba que del 5 al 10 de agosto la Autoridad Portuaria remitiría a los comerciantes melillenses una carta en donde se les informaría de la posibilidad de hacerse con la concesión de uno de los 34 locales -de 85 metros cuadrados- pertenecientes a la galería comercial del cargadero del mineral. El precio de alquiler base sería de 78.000 pesetas, más un canon de uso industrial que cubriría la iluminación, vigilancia y limpieza.
