El caso del inmigrante identificado como Danny, dio lugar a una serie de acusaciones cruzadas entre las ONG y la Delegación del Gobierno desde el mismo día en que tuvo lugar el intento de entrada, el 15 de octubre de 2014.
Según informó entonces a medios nacionales el responsable de Prodein, José Palazón, Danny era un joven camerunés que tras el salto a la valla perdió un riñón y tenía medio cuerpo paralizado. Palazón aseguró que había conseguido contactar con el inmigrante después de que recibiera el alta en un hospital de Nador.
En declaraciones a Europa Press, José Palazón incidió en que el joven “no sabia bien lo que le había pasado”, y solo había sido informado de que fue necesario inyectarle una solución para devolverle la consciencia.
Poco después, la Delegación del Gobierno desmintió esta versión. al asegurar que ningún inmigrante que se hallaba en lo alto de la valla en la avalancha de aquel día fue ingresado en el Hospital Hassani de Nador. Del centenar que no llegó a alcanzar la alambrada en la avalancha del día 15 de octubre, ocho fueron trasladados al centro sanitario nadorense, pero la mayoría fueron dados de alta porque “sufrían cortes o excoriaciones”.
Además, la institución recordó que Prodein informó en el mismo día del salto que esta persona había muerto y dos días después matizó sus declaraciones asegurando que había perdido un riñón, algo que las fuentes próximas a la Guardia Civil en Melilla desmintieron tajantemente.
