La Guardia Civil rescató el miércoles a tres inmigrantes "en una situación límite" en la aduana de Beni Enzar, después de que los agentes fiscalizaran un vehículo marca Hyundai, modelo Terracán, con placas de matrícula española, que en esos momentos accedía a la ciudad procedente de Marruecos, ocupado por su conductor. Al localizarlos los agentes temieron por su vida y tuvieron que ser trasladados al hospital. Su estado es bueno y fuera de peligro. Los agentes procedieron a la detención del conductor, un ciudadano español, natural y vecino de Melilla, que ingresó el jueves por la tarde en prisión. Los hechos se iniciaron sobre las dos de la madrugada del miércoles cuando agentes de la Guardia Civil inspeccionaran un turismo con matrícula española. Al inicio del reconocimiento los guardias civiles apreciaron un detalle de interés policial que no se correspondía con la estructura del vehículo, lo que les hizo recelar y someter al vehículo a la máquina detectora del ritmo cardíaco, que dio resultado positivo.
In extremis
A partir de aquí se trató de localizar un posible doble fondo, localizando uno, en los bajos, en el lugar donde debía ir "la rueda de repuesto", lugar donde lo habían construido y en cuyo interior iba una persona completamente contorsionada que fue auxiliada a salir de tan infrahumano habitáculo. En esos momentos los agentes apreciaron que la situación de esta persona era muy mala, límite, no podía apenas respirar ni tan siquiera ponerse en pie, así que le administraron primeros auxilios y se requirió con urgencia la presencia de los servicios médicos.
Continuando con el reconocimiento, se localizó un segundo doble fondo, éste también en la parte trasera, en los bajos, que había sido modificado, lugar donde iban otras dos personas que fueron igualmente auxiliadas a salir y presentaban también un mal pronóstico. Las tres personas auxiliadas fueron atendidas por los servicios médicos en el lugar y tras su evaluación se decidió trasladarlos al Hospital Comarcal, donde se logró su estabilización. El estado de salud de estas tres personas es bueno y fuera de todo peligro.
La falta de aire en el lugar en el que se encontraban, así como la temperatura que soportaron y la posible contaminación por gases procedentes de la combustión, pudieron ser las causas de haber puesto su integridad física en grave riesgo, que afortunadamente no ha tenido un fatal desenlace. De hecho en las declaraciones realizadas ante la Guardia Civil manifestaron que "temieron por su vida", mientras circulaban en el interior de esos execrables habitáculos.
Las personas auxiliadas son tres varones, de procedencia subsahariana, indocumentados, que dicen proceder, dos de Guinea Conakry y uno de Costa de Marfil, con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años. El detenido, es un varón español, natural y vecino de Melilla, de 39 años, que en la tarde del jueves pasó a disposición Judicial como supuesto autor de un delito contra los Derechos de los Ciudadanos Extranjeros, decretando la Autoridad Judicial su ingreso en prisión.
