El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, reconoció ayer en el Congreso que llamó “personalmente” al coronel jefe de la Guardia Civil de Melilla, Ambrosio Martín Villaseñor, para mostrarle su “gran satisfacción y alegría” por el archivo provisional de la causa que investigaba a dos mandos y seis agentes por los golpes propinados a un inmigrante durante un salto de la valla registrado el pasado 15 de octubre. Así lo afirmó ayer ante la Comisión de Interior del Congreso, donde compareció para dar cuentas de su reunión con Rodrigo Rato, en respuesta al diputado de la Izquierda Plural Ricardo Sixto, quien puso Melilla como ejemplo de las instrucciones a su juicio cuestionables que da Fernández Díaz a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
En este sentido, se refirió a la situación general en la valla y en particular, a “las intervenciones” de los guardias civiles en los saltos y a “las devoluciones en caliente”. “Ha sido usted el ministro de la ley mordaza, de la tragedia del Tarajal y de la interpretación de las devoluciones en caliente”, sentenció.
Para Fernández Díaz, “si hay un momento en que era más inoportuno hablar de la Guardia Civil de Melilla es ahora” dado que las imputaciones que pesaban tanto sobre el propio Villaseñor como sobre otros ocho guardias civiles han decaído con el sobreseimiento provisional del caso, que se ha dictado por falta de pruebas al no localizar a víctimas y testigos.
“Yo llamé personalmente al coronel Villaseñor, coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Melilla, para trasladarle mi gran satisfacción y mi alegría por esa decisión judicial y que así se lo trasladara a los guardias civiles a sus órdenes y especialmente a los que han estado durante meses y meses sufriendo ellos y sus familias con esas imputaciones”, declaró.
“Yo creo en la separación de poderes, por tanto, hemos estado durante meses con guardias civiles imputados y finalmente, la justicia ha sobreseído y archivado esas imputaciones”, reiteró el ministro. Además, defendió la actuación de la Guardia Civil en la valla por contraste con lo que sucede en Calais, donde cientos de personas tratan de llegar a Reino Unido cruzando clandestinamente el Canal de la Mancha.
“No creo que nadie dude de que Reino Unido y Francia son democracias consolidadas que respetan los Derechos Humanos. No creo que la Guardia Civil en el cumplimiento de su misión de preservar nuestras fronteras de forma proporcional respetando los derechos humanos etcétera etcétera, tenga nada que aprender de policías de estados democráticos y que respetan los derechos humanos como estamos viendo en estos momentos”, apuntó.
