Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

Gran Canaria y Mallorca, más allá del mar y el buen tiempo, gozan de espectaculares paisajes y diversas actividades culturales

Mucho más que turismo de playa para apurar las vacaciones

melillahoy.cibeles.net fotos 1303 TURISMO 1

La época estival llega ya a su recta final, aunque aún son muchos los melillenses que aprovechan para escapar de la rutina. Y, como cada verano, se amplian las conexiones directas desde el aeropuerto de la ciudad, ofreciendo a los viajeros tres interesantes alternativas: Palma de Mallorca, Las Palmas de Gran Canaria y Barcelona, cuyas ofertas turísticas no sólo se limitan al mar, la arena y el sol. Los melillenses disfrutamos de una excelente situación estratégica y geográfica, que incluye atractivas playas y el mejor ambiente veraniego durante los meses estivales. Por esto, en más de una ocasión, siempre nos preguntamos para qué sirve el turismo de playa. Y es que… ¿para qué veranear en la Costa del Sol cuando aquí tenemos el mar a dos pasos? En el caso de Gran Canaria, la pregunta es aún más evidente, pues la isla, así como todo el archipiélago, vive de un marcado turismo de sol, playa y chiringuito tropical. Y este aspecto, pese a contar con temperaturas más benignas, hacen que el melillense de a pie no se moleste en gastar su dinero en ver más de lo mismo, pero con mayor masificación y peores servicios, por no hablar del engorroso de tema de recorrer largas distancias, dos palabras que aquí nos pueden sonar a chino.

Tres cuartos de lo mismo sucede en Palma de Mallorca, plaza prácticamente "tomada" por alemanes, franceses y demás europeos, que llevan años disfrutando de los veranos en una ciudad que tiene mucho más que ofrecer, pero que se presenta al público de la forma más fácil y estereotípica. Y en cuanto a Barcelona, lo raro es no haberla visitado aún, y los altos precios no son precisamente el mejor atractivo a la hora de hacer turismo.

Así pues… ¿qué se nos habría de perder en estos tres destinos a los melillenses de a pie? Pues mucho, porque siempre nos perdemos cosas por ir a lo fácil, y aquí vamos a dar buena cuenta de ello. De modo que, si siguen pensando en hacer algún que otro viaje antes de volver a empezar el curso, les recomendamos encarecidamente que sigan leyendo.

Gran Canaria: un medio físico espectacular
La capital de Gran Canaria, Las Palmas, se encuentra al noroeste de isla, y es la puerta de entrada a una extensión de terreno que guarda impresionantes rincones naturales. Un extenso sector de la isla fue declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO hace ya diez años, y nada más verlo es fácil descubrir el por qué. Gracias a su origen volcánico, Gran Canaria cuenta con la Caldera de Bandama, un impresionante lugar generado por las erupciones volcánicas que han tenido lugar en los últimos 5.000 años. A tan sólo 20 kilómetros de la capital, tiene un diámetro de 1.000 metros y una profundidad de 200, y está rodeada de amplios campos y hermosa flora.

A la hora de hacer senderismo, encontramos en el mismo centro de la isla el llamado Pico de las Nieves, un volcán que casi alcanza los 2.000 metros de altura, y que en los últimos años ha gozado de gran interés turístico gracias a sus espectaculares vistas, ya que, desde su mirador, el viajero puede contemplar algunas de las zonas más representativas de la isla.

Y si de lo que se trata es de que los 'peques' se lo pasen en grande, el zoológico y jardín botánico 'Palmitos Park' es la mejor opción. Situado en la localidad de Maspalomas, ofrece un entorno natural con muchas especies protegidas, entre las que hay reptiles, papagayos y orangutanes. Por otro lado, 'Palmitos Park' cuenta con el único delfinario de todo el archipiélago, y lleva a cabo actividades educativas que buscan concienciar de la sociedad sobre la importancia de respetar y cuidar el medio ambiente y la biodiversidad de nuestro planeta.

Por último, si les atrae más la cultura o el arte, nunca es mal momento para pasar por el Auditorio Alfredo Kraus, en Las Palmas, donde los asistentes pueden contemplar el oceano Atlántico mientras asisten a un concierto. Además, nunca está de más visitar algunos edificios interesantes de la isla, como las catedrales de La Laguna y Las Palmas o el Teatro Benito Pérez Galdós.

Mallorca: modernismo y paisajismo
Al igual que Melilla, Mallorca también goza de un casco antiguo y modernista destacable, así como de alternativas de ocio y cultura más allá del turismo de arena y sol. Dicho esto, no está de más visitar la imponente Catedral de Santa María, en Palma de Mallorca, un espectacular edificio construido entre los siglos XIII y XVI, con un marcado estilo gótico, que se denota en los marcados ábsides laterales de la estructura. Su espacio ocupa más de 6.000 metros cuadrados, y cuenta con el mayor rosetón que jamás ha tenido una catedral gótica, gracias al cual podemos apreciar un maravilloso espectáculo de luz en el interior del edificio. Otros edificios destacados son el Palacio de la Almudaina o el majestuoso castillo de Bellver, desde el cual se pueden contemplar las mejores vistas de la capital.

Más allá de Palma, Mallorca es una isla enorme que guarda muchísimos secretos. Uno de los más valiosos lo encontramos en las Cuevas del Drach, consideradas como un Bien de Interés Cultural, y que alojan un gran lago subterráneo, así como increíbles localizaciones en sus más de 2 kilómetros de recorrido.

Otro lugar de obligada visita para todo aquel que quiera desconectar es la Sierra de Tramuntana, en la zona septentrional de la isla, una gigantesca cadena montañosa que ofrece algunos paisajes realmente espectaculares para los excursionistas interesados.

Por último, no podemos dejar de recomendar dar un paseo por la zona modernista de la capital, con un estilo que recuerda irremediablemente al de algunos edificios de Melilla. El Can Corbella y el edificio Paraires son un buen ejemplo, aunque el más espectacular lo encontramos en Can Casayas y la Pensión Menorquina, construidos a principios del siglo XX.

Barcelona: cultura y chocolate
A ver, no nos engañemos: sigue siendo cara y la masificación turística (por la que ya se están quejando bastante sus habitantes) puede ser un fastidio, pero la ciudad condal sigue siendo un auténtico tesoro gracias a su espectacular patrimonio modernista, tan preciado como maravilloso. Y, además, nunca está de más echar un vistazo a las obras de la Sagrada Familia cada varios veranos. ¿Llegarán a verla terminada nuestros descendientes? Lo mismo da, porque su fachada seguirá impresionando a propios y extraños mientras el mundo exista.

Por otro lado, siempre es agradable dar un paseo por la ciudad mientras contemplamos las fachadas del Barrio Gótico y las Ramblas. Todo un placer para la vista, así como toda la arquitectura de los edificios icónicos del centro histórico. Pero… ¿y si lo que busca el turista es más tranquilidad que otra cosa?
Raro es encontrar un mínimo atisbo de relajación en Barcelona, una ciudad viva, enorme y en constante movimiento que absorbe al visitante en una vorágine de ruido, grandes urbes y lugares emblemáticos atestados de gente. Pero siempre hay alternativas interesantes, y un ejemplo muy grato lo encontramos en el Museo de Chocolate de la ciudad, ideal también para los más pequeños y con la entrada a un precio algo más módico de lo habitual (5 euros). Ubicado en el antiguo Convento de San Agustín, el visitante descubre, mediante un divertido recorrido, la historia del cacao a lo largo del tiempo y su formidable uso para crear obras de arte.

Otro punto de interés es el centro cultural CaixaForum, situado en una antigua fábrica textil de estilo, por supuesto, modernista. Su oferta de ocio es más que interesante, y alberga dos espacios permanentes y varias zonas para exposiciones temporales. A lo largo del año, se plantean en ellos diveras actividades, como oroyecciones, espectáculos, charlas… así que siempre es bueno echar un vistazo a próximos eventos que nos puedan interesar.

Por último, la Fundació Tàpies siempre es una excelente alternativa en cuanto a galerías de arte, y podemos admirar en ella la obra del prolífico Antonio Tàpies (1923-2012), así como trabajos de otros genios, como Picasso o Goya.

En resumen: los melillenses siempre podemos encontrar algo más que playa y buen tiempo en los destinos que ofrece nuestro aeropuerto durante el verano, así como disfrutar de nuestras vacaciones de una forma completamente diferente a la habitual. Y es que, ya que tenemos la suerte de contar con buenas playas y tiempo agradable, es menester que busquemos un turismo menos enfocado en la sombrilla y el mar.

Loading

Pablo Lafuente Martinez

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€