El presidente de la Ciudad, Ignacio Velázquez, había manifestado que en tres meses se iba a proceder a una renovación de los contratos de limpieza de choque, una vez que dispusiera de una nueva partida presupuestaria. También mantenía que se iba a reunir con los trabajadores afectados por la no renovación, aglutinados en la Plataforma Cívica por el Empleo. Las empresas contratadas tenían a su cargo el mantenimiento de la frontera, los pinares de Rostrogordo, el cementerio y los mercadillos ambulantes.
Alrededor de 120 personas se habían reunido en el restaurante Los Salazones, donde su propietario Francisco Benítez, ofreció una comida homenaje a todos los militares de la guarnición melillense, que habían participado en misiones de paz en la antigua Yugoslavia.
