Unos 200 vecinos y comerciantes de la calle Carlos Ramírez de Arellano han respaldado con sus firmas una carta entregada ayer en la Consejería de Fomento en contra de la peatonalización de esta vía y denunciar los daños y perjuicios que les está ocasionando tanto la obra como a la finalización de la misma. Según la misiva facilitada a MELILLA HOY, los vecinos y comerciantes aseguran que se sienten "engañados" y tachan lo realizado en esta céntrica vía como "un experimento" que sólo ha logrado causarles perjuicios, hasta el punto de que algún comercio ha cerrado sus puertas. La carta, con las 200 firmas, recoge que con motivo de "las molestas y eternas obras" de peatonalizar la Calle Carlos Ramírez de Arellano por parte de la Ciudad Autónoma de Melilla, "los vecinos y comerciantes de dicha calle, queremos hacer constar nuestro total desacuerdo, de principio a fin, de esta obra y expresar así nuestra protesta por sentirnos engañados".
Asimismo han asegurado que "en ningún momento hemos sido informados personalmente del proyecto, ni se ha tenido en cuenta nuestra opinión acerca del mismo".
Además aseveran que el impacto, tanto en la ejecución como en la futura finalización, "ha sido y será negativo en el comercio, que unido a la actual crisis, ha llegado a un punto de desesperación para algunos hasta el punto de tener que cerrar, como ha ocurrido ya".
Un experimento
Para estos vecinos y comerciantes, lo que se ha hecho "es un experimento que sólo ha perjudicado al comercio, y como en otras ocasiones en las que se ha intentado hacer en calles del Centro Urbano, ha resultado un rotundo fracaso".
Al mismo tiempo, admiten que han observado que no se ha cumplido con algunos aspectos del proyecto original, tanto en la circulación de vehículos en parte de la vía, como de seguridad para los edificios de la zona. Y preguntan: "¿Falta de estudio del proyecto por un órgano competente?".
Fallos
En este sentido, detallan la inaccesibilidad de vehículos especiales (Bomberos, Ambulancias, etc.); alumbrado bajo los árboles siendo las farolas tapadas por las ramas; el peralte de la vía esta dirigido hacia la acera donde se encuentran los comercios con el riesgo de inundación de estos; falta de canalización de aguas fluviales y alcantarillado insuficiente ya que han sido anulados algunos existentes y los pocos que se han hecho son de poco calado y conectados directamente a la red domestica, y jardineras de chapa oxidadas con filos cortantes y peligrosas ante caídas. Y lo que consideran más importante: "Peatonalizar toda la vía repercute negativamente en el comercio". Para los vecinos y comerciantes de la zona, "no entendemos como no han sido analizadas estas circunstancias antes de ejecutar la obra y exigimos se tomen las medidas oportunas lo antes posible ante el deterioro de nuestros comercios".
Por último han advertido que "no estamos dispuestos a que se vuelva a cerrar la vía, para corregir los errores cometidos, por una negligencia que no nos compete, y acrecentar aún mas el deterioro de nuestros comercios, así como que se depuren responsabilidades".
