En estos primeros ocho meses de 2015, las fuerzas de seguridad del Estado y los Mossos d'Esquadra en Cataluña acumulan ya siete operaciones contra células yihadistas o elementos aislados dedicados a la captación de nuevos terroristas para combatir a las órdenes del DAESH (Estado Islámico) en Siria o Irak. Las fuerzas de seguridad llevan a cabo, por tanto, más de una operación de este tipo al mes. El ritmo ha ascendido significativamente desde que las redes sociales se han convertido en la herramienta fundamental de estos grupos islamistas. Si bien antes el 80% de la captación y reclutamiento se hacía en las cárceles y los entornos de los centros de culto, ahora ese porcentaje corresponde a Internet.
La primera operación del año de este tipo tuvo lugar el 24 de febrero en la denominada 'operación Jardín' cuando fueron arrestadas dos personas en Melilla y a otras dos en Cataluña (una en Barcelona y otra en Girona). Gestionaban diversas plataformas en internet donde hacían proselitismo de las actividades terroristas. Una de ellas, llamada 'Muyhaidines guerreros de Allah', llegó a tener mil seguidores.
El riesgo de los retornados
La siguiente fue el 13 de marzo con el arresto en varias provincias de otras ocho personas que integraban una célula conectada con el Estado Islámico. El envió de combatientes a Siria e Irak ahonda en la principal preocupación de las fuerzas de seguridad internacionales: los combatientes retornados.
Se teme que los mismos terroristas yihadistas que parten hacia los lugares en conflicto puedan regresar pasado un tiempo a sus países de origen o de acogida más radicalizados, con experiencia militar y con voluntad de realizar atentados. El 8 de abril, la policía autónoma catalana llevaba a cabo la 'operación Caronte', que se saldó con 11 detenidos. Además de dedicarse al adoctrinamiento, la captación y el envió de combatientes a Siria, este grupo ya había planeado incluso atentar en España.
A lo largo del último verano, las fuerzas de seguridad también han desplegado operaciones contra elementos que realizaban sus actividades de proselitismo y captación en solitario. Fue el caso del detenido el 4 de julio en Badalona o de una mujer en Canarias, de nacionalidad española y acusada de reclutar niñas y adolescentes que enviaba a zonas controladas por el Estado Islámico.
Semanas después, el 21 de ese mismo mes, fue arrestado en Melilla un hombre de nacionalidad española cuya función también era enviar mujeres al Estado Islámico. Estos trabajos de reclutamiento yihadista se han visto beneficiados en los últimos tiempos por una característica detectada por los expertos antiyihadistas y que vienen a denominar como 'adoctrinamiento express'.
Adoctrinamiento 'express'
Se trata de individuos, en su mayoría chicos y chicas jóvenes, que pasan de llevar una vida aparentemente normal a estar dispuestos a enrolarse en la yihad tras apenas unas semanas de exposición a los mensajes radicales, en su inmensa mayoría a través de las redes sociales. El último gran golpe contra estas estructuras ha tenido lugar este martes con el arresto de 14 personas, 13 en distintas localidades de Marruecos y una en San Martín de la Vega (Madrid).
La cifra de operaciones contra el terrorismo yihadista en este 2015, aumenta si se tienen en cuenta los arrestos de combatientes retornados como el detenido el pasado 7 de julio en Barcelona cuando regresaba de Siria. Estaba fichado por varias policías europeas. También ha habido detenciones por enaltecimiento del terrorismo o contra células que lejos de captar o adoctrinar, ya tenían la determinación de llevar a cabo acciones terroristas en España como es el caso de los seis detenidos en la 'operación Chacal' entre los meses de enero y marzo.
