Al margen de cuestiones como asistencia y seguridad, hay un punto en el que se tendrá que poner especial atención para la próxima Feria y es evitar los problemas que ha habido con el derecho de admisión del que han hecho uso algunas casetas, porque todos tienen derecho a disfrutar de estos festejos como demuestra el grupo de melillenses que ilustra este Editorial
Con el final de la Feria la madrugada del domingo y la vuelta al colegio prevista para este miércoles se puede dar por concluido el verano de Melilla aunque queden días para que lo haga oficialmente. Son estas dos causas las que motivan el final de la temporada de playas en nuestra ciudad aunque siempre habrá quien apure hasta el final el estío que dará paso al otoño el próximo 23 de septiembre.
La Feria ha terminado y con ella nueve días de celebración en la Plaza Multifuncional de San Lorenzo, con la asistencia de miles de personas desde que el pasado 29 de agosto se diera el pistoletazo de salida a esta festividad. Nueve días que han estado marcados por una asistencia más que aceptable, sobre todo los fines de semana y las jornadas en las que hubo ofertas, como el día de la tapa -bebida más consumición costaban a un euro- o el día del niño -las atracciones tenía una rebaja de un euro sobre su precio inicial-.
Hasta el miércoles 2 de septiembre, la seguridad fue modélica, sin embargo el jueves 3 y el sábado 5 fueron los días más complicados debido algunas riñas en las que se usaron armas blancas, con tres heridos en total -uno el jueves y dos el sábado- aunque ninguna de gravedad y sin denuncias por medio, como reconoció el propio consejero de Seguridad Ciudadana, Isidoro González, posiblemente porque los protagonistas eran de Marruecos y no optaron por la vía de acudir a Comisaría a interponer la correspondiente denuncia.
Pero salvo estos sucesos que hemos comentado y algunas riñas, el resto fue a pedir de boca, con un gran trabajo por parte del conjunto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, desde la Policía Nacional a la Policía Local y Guardia Civil, que permitió que los melillenses disfrutaran por lo general de una feria muy tranquila, tal y como subrayaba el propio Isidoro González.
También el viceconsejero de Festejos, Francisco Díaz, hacía un balance positivo de esta festividad y aseguraba que algo más de 4,7 millones de euros era el dinero que había generado la Feria de Melilla 2015, con el añadido de que más del 60 por ciento de ese dinero "se ha quedado en la ciudad".
Al margen de estas cuestiones, hay un punto en el que se tendrá que poner especial atención para la próxima Feria y es evitar los problemas que ha habido con el derecho de admisión del que han hecho uso algunas casetas, algo que no les está permitido, como recordaba el propio Díaz, y que ha originado múltiples denuncias ante Consumo. Estos festejos son de todos y, salvo caso claro de creación de altercados, no se puede parar a alguien así por así. Eso no se puede permitir.
