Estamos pues ante una situación compleja, en la que por un lado no podemos dar la espalda a las personas que realmente son refugiadas y por otro tampoco descuidar la seguridad Melilla celebró ayer el día de su patrona, la Virgen de la Victoria, con sendos actos religiosos, uno por la mañana en la Iglesia de la Purísima Concepción con la presencia de numerosas personas, entre ellas las principales autoridades de la ciudad, y otro por la tarde con una procesión que partió de El Pueblo en dirección a la Puerta Marina.
En su intervención, el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, rogó a la patrona porque "nunca prenda en Melilla" el integrismo, sea de la religión que sea, porque es evidente que cualquier radicalismo es malo y nocivo para cualquier sociedad. En especial para una como la melillense donde conviven personas de diferentes confesiones: cristiana, musulmana, judía e hindú.
Una convivencia ejemplar para otras partes del mundo, donde sí ha prendido la llama de los extremismos religiosos que tanto daño hacen a la relación de ciudadanos de culturas diferentes.
Imbroda sañaló en su discurso que desea que "no prenda en la ciudad ninguna llama de ese fenómeno de ídolos falsos, de este fenómeno que produce el drama de los refugiados ante el cual Melilla, como ciudad humanitaria, ha dado respuesta".
Una petición que coincide en el tiempo con el drama que viven los refugiados sirios que escapan tanto de la guerra civil que asola su país bajo la dictadUra de Hassad como de la acción del grupo terrorista DAESH.
En este sentido, hay que destacar igualmente las declaraciones realizadas por la primera autoridad melillense, en las que se muestra a favor de una intervención en Siria después de que el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, haya asegurado este martes que se está "buscando desesperadamente una cobertura internacional" para intervenir militarmente en Siria, y añadiera que si no fuese posible una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU bastaría una decisión de la UE o de la OTAN. Así, no ha dudado en señalar que "creo que Occidente tiene que tomar conciencia de una manera rotunda y dejarse de intereses geoestratégicos de cada potencia e ir para allá" porque en su opinión "hay que ir allí y poner orden". El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, también parece de la misma opinión y ha pedido a la comunidad internacional que "se coja al toro por los cuernos" en Siria para evitar la huida de refugiados de este país porque opina que la acogida en Europa "es la solución más fácil" aunque ha admitido que esta respuesta inmediata "es necesaria" dado el éxodo de refugiados.
Al respecto, hay que tomar en consideración la advertencia realizada por el ministro del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien dijo que no se puede descartar que entre los miles de refugiados que entran en Europa procedentes de Siria pueda haber elementos yihadistas del DAESH infiltrados.
Estamos pues ante una situación compleja, en la que por un lado no podemos dar la espalda a las personas que realmente son refugiadas y por otro tampoco descuidar la seguridad.
