“El Voluntariado Islámico de Acción Social (VIAS) es el homólogo de Cáritas dentro del mundo musulmán”. Así lo describe el diputado de CPM Yasin Puertas, uno de los miembros cepemistas que han impulsado la propuesta cepemista en la Comisión de Cultura para que este año, después de dos intentos en vano, reciba al fin la Medalla de Oro de Melilla.
Según explicó Puertas a este Diario, el informe presentado por CPM subraya la labor que sobre todo realiza VIAS en el ámbito sanitario, sobre todo en la recogida de medicinas y material quirúrgico para hacerlos llegar a familias sin recursos que por enfermedad deben ser atendidas en el Hospital de Nador. Allí, VIAS dispone de una especie de banco de recursos desde el que van suministrando todo el material sanitario a quienes los necesitan, dado que el centro hospitalario marroquí no proporciona ninguno.
Además de ayudar a los enfermos crónicos con sus tratamientos, generalmente con un alto coste que no pueden asumir quienes menos recursos tienen o de difícil acceso en zonas rurales de Marruecos. El país vecino es uno de los focos de atención de VIAS, que hace un gran esfuerzo en el caso de pacientes, sobre todo niños, para que se beneficien de las horas ‘pro bono’ que dedican médicos y clínicas de la península de forma gratuita para los enfermos sin recursos. Hasta tal punto, que voluntarios de la ONG melillense se desplazan hasta allí con los pacientes y se quedan con ellos hasta su retorno.
Aproximadamente son 500 voluntarios los que forman la familia de VIAS, que suelen participar en todas las campañas de recogida de alimentos, medicamentos y ropa. Estas campañas son habituales a lo largo del año, pero sobre todo cuando ocurre alguna catástrofe, como ocurrió, por ejemplo, con el terremoto de Alhucemas.
VIAS es especialmente conocida en los barrios periféricos, donde las puertas se les abren de par en par para ayudar y recibir ayuda, ya que al igual que en Marruecos, también en estas zonas de Melilla hay muchas familias con escasos recursos económicos.
