Antonio Miranda afirma que cuando llegue el momento y se tenga que retirar de la política lo hará “con la cabeza alta” por haber cumplido con su deber de servicio a los melillenses. Pero ahora asume con nuevos bríos el reto de gestionar en su área tanto deportes como educación. Este hombre que asegura llevar el Partido Popular en las venas y que señala que no busca vivir de la política porque tiene su puesto fijo en la administración, defiende que es necesario que a nivel nacional se llegue a un pacto de estado para lograr que la Educación se convierta en la prioridad que debe ser. A nivel local, reitera el compromiso y la implicación del Gobierno local con la educación y apostilla que los hechos así lo demuestran.
- Es el momento de hacer balance. Tras veinte años en la política activa, ¿se siente satisfecho del trabajo realizado?
- Muy satisfecho. La decisión de entrar en política fue difícil por mi forma de ser y lo hice en las listas de 1995 y preferir seguir en mi centro (fue director del Colegio Constitución) y estaba en comisiones y en 1997 entré como diputado en mi primer destino, en la Viceconsejería de Política Social y Sanidad. Ahí la experiencia fue muy buena y gracias al contacto con gente muy necesitada con muchos problemas a la que se atendía, aprendí mucho. Después fui vicepresidente del Puerto, secretario general del PP, he estado en comisiones y comité ejecutivo desde el 1995. Tuve una nueva etapa en el año 2002 donde por decisión personal y familiar dejé el colegio y me nombraron consejero de Presidencia y Gobernación. Fue una etapa muy buena, con buena gente, mejor personal y un director general estupendo como Pablo Martínez. Era una consejería con Seguridad Ciudadana, Bomberos, Casas de Melilla, Fondos Europeos, Policía Local, etc., muy completa. En 2005 pasé a la consejería de Educación donde llevo diez años. Esto es más lo mío. Al principio teníamos también Juventud y Mujer, en 2007 fue Educación y Colectivos Sociales y ahora, en una nueva modalidad, tenemos Educación, Juventud, Mujer y Deportes. Y aquí estamos, con mucha ilusión por el trabajo, después de los años que llevo en política, haciéndome cargo de una nueva y ampliada consejería.
- Y si pudiera retroceder en el tiempo, ¿qué le diría a aquel Antonio Miranda que un buen día se plantea entrar en política?
- Tengo la suerte de haber entrado en política por decisión personal, por eso a ese Antonio Miranda le diría que no olvide nunca que hay que escuchar, y trata de resolver los problemas de las personas a diversos niveles y nunca engañar a la gente. Eso se me enseñó en casa, eso lo aprendí en la calle como profesor y director y es la máxima que aplico aquí. También le diría que en política hay que ser fiel a tu partido y a tus ideas. Soy un hombre del Partido Popular, porque lo llevo en la sangre. Lo más importante en mi vida es mi familia, pero hay otra familia que es el PP y la lealtad de Antonio a todos los presidentes ha sido una constante, lo digo con la tranquilidad de que tengo mi puesto de trabajo seguro, que no estoy aquí por dinero, sino por ilusión y ganas de servir a los demás. Por eso, a los que empiezan en esto, decirles que en política, en experiencia, el enemigo no está en la oposición, sino que hay muchos en casa que al final se destapa. Pero los que somos del PP tenemos que mirar hacia adelante, trabajar por tu ciudad porque antes de ser del partido soy melillense, y después trabajar por nuestra tierra y por España.
- ¿Cómo ha visto la evolución de la ciudad en estos años? ¿Somos una ciudad de convivencia o eso es sólo un eslogan?
- Hay un eslogan que dice "Melilla, sol de España en África", y la verdad es que Melilla nunca ha sido problemático la convivencia entre comunidades. Esa ha sido una de las bazas de este gobierno, el respeto a la convivencia y por eso el que utilice la religión como arma política está equivocándose. El político tiene que atender a las familias, sus necesidades para tratar de resolverlas sin mirar color o religión. Como en todas partes, habrá disputas y problemas, porque somos una ciudad fronteriza por donde pasa mucha gente, pero en la convivencia entre los melillenses no se han dado problemas.
- La pasada legislatura ha sido dura porque ha estado muy judicializada por presuntos asuntos de corrupción aún en sede judicial. ¿Cómo se sobrevive a ello?
- Es difícil entender que haya personas que quieran ganar con temas judiciales lo que no han logrado en las urnas con votos y programa. El utilizar la política para estar todo el día en los juzgados es un error, aunque la justicia sabrá lo que tiene que hacer en cada momento. Pero se ha intentado manchar al gobierno constantemente, a todos, por unas cuestiones o por otras, y a veces sólo para que te colgaran lo de imputado y condenarte ante la opinión pública. Pero esto es un error muy grande porque la gente de Melilla es sabia y sabe quienes somos cada uno, los que venimos a trabajar por la ciudad y los que no. Deberían dejar a los jueces un poco tranquilos para que se dediquen a cosas más interesantes que las cuitas políticas. Pero ha habido políticos y empresas privadas que se han dedicado a esto, a intentar manchar al gobierno, y eso ha sido un error. Yo lo digo muy claramente, estoy en política porque me gusta y llevo muchos años. Yo no vivo de la política, porque puedo volver cuando quiera a mi empleo a seguir cobrando lo mismo. Lo que se ha intentado ha sido manchar la honorabilidad de Antonio Miranda, de Miguel Marín, del presidente de la Ciudad, a todo el gobierno, con la idea de que te imputen. Pero una cosa es que sea porque has robado y otra que se te impute por chaladuras y por eso los jueces tienen que estar muy atentos.
Y ¿cómo se sobrevive a todo esto? Pues el que tiene la conciencia tranquila, el bolsillo limpio, estará tranquilo como lo estoy yo. A nadie le gusta ir a un juzgado porque te llame una jueza pero no me preocupa porque tengo la conciencia tranquila y soy una persona hornada porque así me lo enseñó mi familia y así lo he demostrado siempre.
- Nueva legislatura y nuevos compromisos. ¿Compaginar el mundo del deporte y el de la educación se convierten en un reto o en un motivo de estímulo?
- Es un estimulo. El tema educativo lo conozco, donde tengo además grandes compañeros y el deporte es una ilusión grande. Se pueden compartir las dos y siempre con muchas ganas de trabajar. Estoy ahora recién llegado al tema deportivo, y en este poco tiempo he visto las subvenciones de los clubes, estoy hablando con clubes y quiero ver instalaciones, porque sé que hay muchas demandas, como por ejemplo la construcción de una nueva piscina, que es un compromiso de este gobierno.
- Desde su punto de vista, ¿cuáles son los grandes o graves problemas de la educación en melilla?
- No me gusta mirar hacia atrás, sino hacia adelante y siempre he dicho que a nivel nacional hay cosas que precisan de un acuerdo entre Gobierno y oposición, pero eso no se ha logrado ni el tema sanitario ni en el educativo. No voy a mirar la etapa del PSOE y lo que hizo o dejó de hacer, pero sí sé que los cimientos que pongas ahora traerán los resultados de mañana. El PSOE elaboró varias leyes educativas y ahora llega la LOMCE, porque hacía falta una ley de este tipo y sembrar ahora para mejorar los resultados educativos a largo plazo.
El Ministerio ha elaborado una nueva ley porque había que hacerla y cambiar cosas como la desidia y el abandono, porque en España el fracaso escolar es del 70% y en Melilla del 50%, cifras alarmantes, de la misma forma que ocurre con las elevadas ratios de alumnos por aula, y todo esto es por una falta de planificación educativa de los años de gobierno socialista. Ahora, sin embargo, se están poniendo los mimbres para la construcción de nuevas escuelas y no hay que olvidar, en cuanto a plazas de infantil, que hemos pasado de 200 en 2008 a 700 en 2015. Esto demuestra la implicación de la Ciudad Autónoma en el tema educativo. Por el contrario el PSOE paralizó Gabriel de Morales y tuvo cinco años parado el proyecto del Mercado Central que estará listo para finales de año.
- ¿Por donde pasan las soluciones, por la construcción de nuevas infraestructuras o por lograr la gratuidad de la educación en Melilla?
- Faltan centros, es vital para bajar las ratios. Según datos del Consejo Escolar del Estado, tenemos una bajada en cuanto a lo que es el fracaso escolar y eso es fruto del trabajo de los últimos cuatro años del Gobierno central, aunque aún estamos lejos de esa tasa deseada. No es lo mismo tener aulas con 30 niños que con 25, por eso es tan necesario disponer de las aulas que se precisan.
En cuanto a la gratuidad de la educación, prácticamente la hemos logrado. De 0 a 3 años todo el material escolar y el comedor es gratuito en los centros para 700 alumnos, también para el tramo de 3 a 5 años tenemos ayudas de material escolar para 500 niños, en primaria más de seis mil escolares están acogidos al programa de intercambio de libro con un presupuesto de 450.000 euros, en Secundaria damos ayudas de 400 euros, y a esto hay que añadir que el MEC aporta en becas más de 600.000 euros. No hay que olvidar tampoco que la Ciudad da ayudas de hasta mil euros para la matrícula universitaria de jóvenes que estudian fuera de Melilla.
- Educación, juventud, Mujer, Deportes y área del Mayor. La suya es una de las consejerías con más peso de las que cuenta el gobierno de la ciudad por el amplio colectivo al que atiende. ¿Cuenta con el respaldo necesario por parte del Gobierno local?
- Tengo a Carmina San Martín en el área del Mayor y Relaciones Vecinales, que es una mujer con experiencia, que demuestra un gran cariño con las personas mayores y hace un trabajo fundamental. Además tengo a Isabel Moreno como viceconsejera de Juventud y Mujer. Es una persona joven muy trabajadora, abogada, que puede darle al área de la mujer un gran impulso. Los temas deportivos y de educación los llevo yo, que no me faltan ilusiones.
Esta es una consejería muy política, muy de estar en la calle en contacto con la gente y siempre contamos con el apoyo del Gobierno de la Ciudad, el de los compañeros y en especial el del presidente Juan José Imbroda. Mi intención es pedir un aumento de presupuestos para abordar las diferentes propuestas que estamos barajando, como por ejemplo Juventud, que queremos darle una nueva visión.
- Para el año que viene ¿cuáles son los proyectos que baraja?
- En Educación tenemos el proyecto de potenciar las ludotecas, crear una nueva escuela infantil y poder acondicionar los bajos del edificio que colinda con la Consejería para ampliar la Escuela Municipal de Música y Danza que con 1.300 alumnos se ha quedado pequeña. En deportes, la creación de una piscina y remodelar las instalaciones del Álvarez Claro, en especial la plazoleta exterior. También queremos mejoras las pistas de tenis.
- De cara al futuro, ?cuáles son sus metas y aspiraciones tanto personales como políticas?
- Tengo ya una cierta edad, he pasado por muchos sitios y consejerías y he visto de todo. Cuando me vaya lo haré con la cabeza muy alta, por haber prestado un servicio a los demás, de haber gestionado los presupuestos de la forma más coherente posible y de llevarme muchos amigos, aunque también saldrá algún enemigo, aunque con la oposición he tenido siempre una buena línea de actuación porque no se pueden perder las formas. Aún así hay que reconocer que hay gente tan insensible y rastrera que no ha dudado en utilizar las familias y e hijos para hacer política y eso lo he vivido, poniéndole la proa a un hijo o una hija porque se llamen Miranda, sacando cosas además que no son verdad. Pero me quedo con la cosa bonita de haber hecho mi trabajo, de haber aumentado las plazas de guardería, de potenciar los talleres de inglés, y de otras muchas cosas que son buenas en el servicio a los ciudadanos. Todo esto estará por encima de las adversidades cuando me vaya. Y reiterarme una vez más que el PP es algo especial para mí, porque lo he vivido en mi sangre, tengo una gran disciplina de partido, he conocido muchos presidentes y he formado parte de muchos comités ejecutivos, pero siempre lo que me ha movido no son mis intereses, porque tengo la vida resuelta, sino mirar por el partido y las personas.
