La calle General Villalba vivió ayer un día difícil. Debido a la proximidad de la pascua grande de los musulmanes, fueron cientos los coches que pasaron por esta vía, tanto de marroquíes que han venido a Melilla a realizar las compras necesarias para esta festividad como de melillenses que han hecho lo propio en las localidades de Nador. Pero fue tal la aglomeración de automóviles en determinados momentos del día, porque a ellos había que unirles los que llegaron de los barcos de la Península, que los vecinos de los edificios de esta calle tuvieron que soportar largos tiempos de conductores impacientes que hacía sonar sus claxon, molestando de este modo con un ruido incesante. Los vecinos, molestos porque no se desvíe este tipo de tráfico a la carretera al Polígono Industrial, llegaron incluso a plantearse una protesta pública, si bien finalmente el malestar únicamente fue expresado a través de las redes sociales.
