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ATLETISMO - COMPETICIÓN

El melillense Gustavo Castro participa en la prueba australiana

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(Autor: C.G.C.S.)

El pasado domingo se celebró, en Sidney, Australia, el Blackmores Marathon, en el que Melilla estuvo representada por Gustavo Castro, un funcionario de prisiones y gran amante de los grandes retos.
La prueba australiana, recientemente ascendida en el escalafón internacional por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (I.A.A.F.) a la categoría Oro (Road Race Gold), tiene uno de los recorridos más espectaculares del mundo. La prueba comenzó en el Harbour Bridge y concluyó en el Sydney Opera House, emblema de la ciudad australiana. El recorrido de la prueba también atravesó el Centennial Park, el Circular Quay o los Royal Botanic Gardens. Es el único día del año en el que el Harbour Bridge, el puente que une la Bahía de Sídney, permanece cortado al tráfico durante unas horas para que los atletas puedan atravesarlo.

Todo el centro de la ciudad de Sydney, la mayor ciudad de Australia, permaneció cortado al tráfico y engalanado para que los varios miles de participantes pudieran completar el recorrido.
La prueba, de extrema dureza por el trazado ‘rompepiernas’, es una de las más impresionantes por su escenario. El Sydney Opera House se convirtió en el refugio de los maratonianos que consiguieron finalizar la prueba bajo un furioso aguacero.
El vencedor de la prueba fue el japonés Hisanori Kitajima, quedando en segundo lugar otro nipón, Hiroki Yamagishi. El tercer puesto fue para el keniano Nicholas Chelimo, que no pudo seguir el ritmo endiablado de los asiáticos en el tramo final.
Por su parte, Gustavo Castro Suárez finalizó la prueba en 3 horas 16’50», muy lejos de sus mejores marcas, completamente exhausto y empapado. A pesar que no fue su mejor marca, Castro finalizó como el cuarto maratoniano europeo clasificado, por detrás de dos viejos conocidos de las Series Mundiales de maratón, el alemán Jürgen Nohl y el efusivo belga Tim de Pauw.
Siguiendo las indicaciones de la IAAF, la prueba comenzó a las 07’20 horas, con el fin de evitar las temperaturas elevadas. El día amaneció soleado, pero según avanzaba la mañana el cielo se fue nublando, comenzando a llover un poco al principio de la prueba y con mayor intensidad durante el transcurso de la misma.
El mayor inconveniente de competir en las antípodas es la distancia abismal que existe entre España y Oceanía. El viaje hasta Australia supuso al melillense coger cuatro aviones, saliendo el lunes 14 de septiembre desde Melilla hasta Madrid. Posteriormente, el día 16, salió desde Madrid a las 10’05 horas, llegando a Abu Dhabi por la tarde. Desde allí partió hasta Kuala Lumpur y posteriormente cogió otro avión hasta Sydney, llegando el día 18 por la mañana. En total, cerca de veintisiete horas de avión.
El melillense, desde Cairns, ciudad que se encuentra a 2.600 kilómetros de Sydney, y que está preparando ahora una inmersión en el Gran Arrecife de Coral, envió saludos a todos los melillenses en general, y muy especialmente a la viuda e hijos de José Ramón Delgado, «funcionario y compañero fallecido recientemente». Un inmenso abrazo a Segundo, compañero «que ha sufrido una grave hospitalización, deseándole una pronta recuperación». También envió un fuerte abrazo a los compañeros Manuel Salvador y Julio, «que han perdido a sus padres en fechas recientes».
En el capítulo de agradecimientos, el deportista local, quiso recordar a Jesús y Hamed, «a fin de cuentas, gracias a ellos puedo estar aquí un periodo tan dilatado de tiempo, al cubrirme turnos de trabajo en el Centro Penitenciario».
Un país ciertamente singular Australia, con una de las tasas de desempleo más bajas del mundo y con ofertas de trabajo por doquier. Es una de las cosas que más llama la atención, los carteles con ofertas de trabajo en hoteles y cafeterías, algo que lleva sin verse en Europea desde tiempos inmemoriales.
Un inmenso país donde se respira una gran tranquilidad y que está considerado uno de los más felices del mundo, así como de los más caros del planeta, con unos precios realmente prohibitivos, el coste del transporte y las comidas.

Próximos objetivos de Castro

El próximo gran objetivo en mente del maratoniano y escalador melillense es el Aconcagua, en Argentina, la montaña más alta de América, con sus majestuosos 6.960’8 metros de altura. Se trata de una expedición compleja y técnica, donde los errores pueden pagarse con la vida. Más de cien escaladores han fallecido desde que Matthias Zurbriggen hizo cumbre por primera vez en el año 1897.

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Enrique Azaustre

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