A lo largo de la jornada de ayer viernes, decenas de jóvenes marroquíes que quería pasar a la ciudad, sobre todo por la tarde y noche, se les denegó el paso al ser festivo en Melilla, en concreto el día fijado para la fiesta del Air el Kebir. Los agentes solicitaban a los marroquíes que querían cruzar la frontera, sobre todo a los que iban caminando, el visado aunque fueran residentes en las localidades que conforman la provincia de Nador, como modo de "filtro" para evitar la presencia en la ciudad de estas personas, que se presumía que venían a divertirse en el segundo día de la fiesta. Si el jueves, el día del sacrificio del cordero, la frontera de Beni-Enzar apenas registró actividad, ni de peatones ni de vehículos, el viernes en cambio hubo un mayor tránsito. Es costumbre ese día de pasar a un lado y otro para felicitar la fiesta del Aid El Kebir a los familiares de una u otra zona, de los melillenses que acuden a los localidades próximas y de nadorenses que vienen a Melilla a hacer lo propio.
Las familias sí; los jóvenes, no
Si bien las familias marroquíes pasaron sin problemas, tanto a pie como en vehículos, no ocurrió lo mismo con jóvenes que iban solos y que se presumía que llegarían a Melilla a divertirse con la compra de consumiciones en bares o locales comerciales.
El dispositivo de la Policía Nacional rechazó a todos ellos, lo que provocó que estos se aglomeraron junto a la frontera de Melilla esperando una oportunidad de pasar, o bien pidiendo a alguno de los conductores de los vehículos que aguardaban en la cola que les trasladaran hasta la zona española, ya que la flexibilidad era mayor para quienes iban en automóviles, o esperando un cambio de turno para ver si la suerte cambiaba. Estos "filtros" son habituales los domingos y festivos para evitar la presencia de jóvenes marroquíes, ante la sospecha de que puedan acabar deambulando por la ciudad consumiendo alcohol.
