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Un empresario local convertirá el Cargadero del Mineral en un restaurante-hotel en 2018

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(Autor: Guerrero)

Acaba de cumplir 90 años y es una de las edificaciones históricas más importantes de Melilla. Sin embargo, el Cargadero del Mineral mantiene cerradas sus puertas desde hace una década, sin más vida que ser testigo de la actividad diaria en los muelles de los puertos comercial y deportivo. Un cambio legislativo promovido desde Melilla sobre el uso de edificios portuarios y la apuesta de un empresario local permitirán convertir el Cargadero del Mineral en un singular restaurante-hotel dentro de dos años. El proyecto, con una inversión de 2,5 millones de euros, pretende crear un nuevo espacio para los melillenses y servir como impulso al desarrollo turístico de su ciudad. El empresario que está detrás de este proyecto prefiere guardar, por ahora, el anonimato. Pero recibe a MELILLA HOY en su despacho para dar a conocer los detalles del proyecto privado más importante de cuantos se han realizado en nuestra ciudad en estos últimos años. Aún quedan un par de flecos administrativos por finiquitar, pero el futuro restaurante-hotel está ya plasmado sobre el papel de los planos y los diferentes estudios que ha llevado a cabo desde que la idea empezó a coger fuerza en su cabeza en 2012.
Ha contado, para ello, con profesionales de renombre. Entre ellos, Isabel López Vilalta, cuyo estudio de arquitectura, ubicado en Barcelona, ha creado numerosos espacios a lo largo y ancho del mundo. Restaurantes, hoteles, tiendas, oficinas y viviendas llevan el sello de esta prestigiosa interiorista, como el Celler de Can Roca, muy conocido por ser el templo gastronómico por excelencia del momento.
El Restaurante-Hotel Cargadero del Mineral se sumará a la extensa lista de trabajos que ya acumula Isabel López Vilalta a partir de enero de 2018, fecha en que está prevista su inauguración. Según explica el empresario melillense que ha impulsado este proyecto, la idea atrajo desde el primer momento a la interiorista, a quien solo hizo falta ver una fotografía del Cargadero del Mineral para que aceptara inmediatamente la propuesta.
“Tenía mucho trabajo, pero se presentó inmediatamente en Melilla porque la verdad es que convertir el Cargadero del Mineral en un hotel y un restaurante es un encargo muy especial”, subraya su impulsor. Tanto es así, que podría ser, con mucha probabilidad, el hotel más largo del mundo con sus 175 metros de largo por 6 de ancho.
Esto es algo que están intentando comprobar ante Guinness World Records, que en caso de que lo certificara, añadiría un plus de encanto a este hotel. Un detalle que también tiene su importancia, ya que esta peculiaridad y distinción respecto al resto de establecimientos le permitiría por sí solo podría atraer a un sector de turistas cada vez más numeroso, al que le mueve el lugar de hospedaje más que el destino en el que se encuentra ubicado.

El proyecto
El Restaurante-Hotel Cargadero del Mineral, como así se llamará, tendrá 24 habitaciones dobles, todas ubicadas en la primera planta del edificio y con vistas al puerto deportivo. De esta manera, se evitaría que solo unas pocas tuvieran como paisaje Melilla La Vieja, cuyo esplendor sí se podrá observar desde la recepción del hotel, situada en la planta baja junto al bar-cafetería y el restaurante.
Las habitaciones, todas con baño y ducha, no serán en absoluto pequeñas aunque pueda dar esa impresión desde fuera al ser un inmueble estrecho. Según el proyecto de Isabel López Vilalta, cada habitación tendrá 24 metros cuadrados, estará completamente insonorizada y será, sobre todo, “muy luminosa”.
La planta baja, desde la que se podrá acceder a las habitaciones por dos ascensores, será totalmente acristalada para no romper la estética del cargadero, cuyo aspecto exterior se mantendrá intacto aunque el interior se remodele por completo. La primera estancia, justo tras la rampa, será la recepción, a la que se accederá desde el puerto deportivo para evitar el fuerte viento que siempre hay entre las dos Torres V Centenario. Con esta fórmula, además, los huéspedes podrán llegar en coche hasta la misma entrada del hotel sin tener que cargar con las maletas, dejando el vehículo en el parking del puerto deportivo.
También estarán en la planta baja la cafetería-bar y el restaurante, mientras que la rampa se dedicará a una sala de reuniones y lectura, además de biblioteca, un salón de belleza con una cabina de masajes y hasta un pequeño gimnasio. Muchas posibilidades en los 1.450 metros cuadrados de superficie en los que se extenderá el futuro Restaurante-Hotel Cargadero del Mineral.

Restaurante
Que la palabra restaurante vaya en el nombre del establecimiento antes que el hotel no es casual. Esto se debe a que el empresario que ha impulsado este proyecto quiere dar un especial protagonismo al restaurante, que tendrá capacidad para 92 comensales y estará preparado para ofrecer banquetes. Además, tendrá una espectacular terraza junto al mar.
Un chef con una estrella Michelín ya ha puesto sus ojos en este restaurante. En el continente africano no hay actualmente ningún cocinero distinguido con este galardón, lo que sería todo un reclamo para el turismo gastronómico, cada vez más pujante y en el que Melilla tiene mucho que ofrecer.
El empresario local que está detrás de este proyecto es consciente de que el restaurante del Cargadero del Mineral sería la forma en que su establecimiento se abriría al público melillense, ávido por tener nuevos espacios de esparcimiento debido a la limitada oferta de ocio que tiene su ciudad. También lo hace mirando especialmente a los potenciales clientes que hay al otro lado de la frontera, la clase media-alta marroquí, que es un sector al que se le saca, según este empresario melillense, muy poco rendimiento económico en nuestra ciudad a pesar de que está más cerca geográficamente que la península.

Importante inversión
Otro aspecto fundamental del Restaurante-Hotel Cargadero del Mineral es el impacto económico que supondrá para Melilla. Por lo pronto, creará 20 puestos de trabajo, la mayoría para melillenses dispuestos a ofrecer un servicio de calidad similar al que se pueda encontrar en hoteles de este tipo más allá de nuestras fronteras.
Convertir el Cargadero del Mineral en un espacio hotelero requiere una inversión de 2,5 millones de euros, toda una apuesta de la que este empresario local quiere hacer partícipes a más melillenses mediante acciones de 10.000 euros para conseguir otro de sus propósitos, y es que sea “un proyecto de ciudad”. “Se lo he dicho ya a unos cuantos conocidos y todos se han mostrado entusiasmados”, asegura.
Con esta fuente de financiación pretende cubrir casi la mitad del presupuesto, un millón de euros. El resto sería mediante un crédito bancario y ayudas públicas de Promesa, que ha dado ya su visto bueno por la relevancia de este proyecto, el más importante de carácter privado de cuantos se han planteado en Melilla en los últimos años.
Las obras empezarán en 2016, en cuanto termine el trámite administrativo, que está ya prácticamente culminado después de dos años muy intensos de papeleo que han conllevado incluso un cambio en la legislación portuaria. Serán necesarios otros dos para convertir el Cargadero del Mineral en un restaurante y hotel, el uso al que estará destinado, como mínimo, durante los 50 años por los que le ha sido concedido el edificio a este empresario local.
Eso será a partir de enero de 2018, fecha en la que está prevista la inauguración de este hotel, que tendrá posiblemente 4 estrellas y precios muy similares a los que hay actualmente en el mercado turísticos melillense. Contando con que solo tuviera una ocupación media del 60%, ya estaría dando beneficios al tercer año de su apertura, aunque la previsión es que el carácter especial de este hotel le ayude a tener una mayor demanda y no solo en verano.

Un impulso para el turismo
Pero, ¿hay turismo en Melilla para un hotel así? La pregunta ronda por la cabeza de cualquiera, pero la respuesta es bien sencilla para el empresario que lo va a llevar a cabo: “Siempre decimos que Melilla merece un mayor desarrollo turístico del que tiene, pero si no creamos espacios para atender a nuestros visitantes, el desarrollo que tendrá seguirá siendo el mismo, sin oportunidad para crecer”.
Es la pescadilla que se muerde la cola, según el impulsor del Restaurante-Hotel Cargadero del Mineral, que sabe con certeza que Melilla sigue siendo una gran desconocida para el turismo pese a tener un enorme encanto por su patrimonio histórico, cultural y social. “Los turistas que vienen se van encantados y preguntándose cómo es que no damos más a conocer la belleza y hospitalidad de esta tierra”, subraya el futuro dueño del hotel.
Solucionar ese déficit, junto con el reto que supone recuperar el Cargadero del Mineral para Melilla, es lo que ha impulsado a este empresario a embarcarse en este proyecto tan ambicioso, que descubre uno de los secretos mejor guardados de los últimos tiempos pese a lo difícil que eso resulta en una ciudad como la nuestra.

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Redacción

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