El Cargadero del Mineral acaba de cumplir 90 años. Terminó de construirse en 1925, aunque su génesis arrancó mucho antes. En el año 1909, antes de firmarse el tratado del Protectorado, la Compañía Española de las Minas del Rif, dedicada a la extracción de hierro en las Minas de Uixan y Axara, vio la necesidad de disponer de un ferrocarril para llevar este mineral hasta el puerto de Melilla, desde donde partiría con destino al mercado nacional e internacional.
Una vez construido el ferrocarril, el hierro que llegaba a nuestra ciudad se arrojaba en el suelo para ser cargado a través de palas en los buques. Posteriormente se elevó la tolva, volcándose el mineral directamente en las bodegas de los buques, pero al resultar un proceso muy lento, se vio la necesidad de construir un cargadero del mineral elevado en el incipiente Puerto de Melilla. Su construcción se empezó en el año 1910, aunque en un primer momento el Ministerio de la Guerra y la Junta de Arbitrios informó negativamente sobre su construcción. No fue hasta después de la segunda visita de Alfonso XIII en enero de 1911 cuando el plan de construcción se modificó y comenzó a ver la luz.
El Cargadero del Mineral se empezó a construir finalmente en 1920. Las obras finalizaron en 1925 y comenzó a utilizarse un año más tarde, convirtiéndose en la construcción más importante de la época.
Obra del ingeniero de minas Don Alfonso Gómez Jordana y Sousa, se adentra 300 metros en el mar y se erigió usando hormigón armado, nunca utilizado hasta entonces, convirtiéndose así en el único cargadero de mineral de España no construido en hierro.
