Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

Recogía impresiones y crónicas como corresponsal mientras acompañó a las fuerzas francesas que libraron duros combates contras las rifeñas

La reedición del libro “Del Uarga a Alhucemas” de Rafael López Rienda

melillahoy.cibeles.net fotos 1349 rif

El periodista, literato y cineasta Rafael López Rienda publicó en noviembre de 1925 un libro editado por la editorial Calpe y titulado "Del Uarga a Alhucemas" en el que recogía impresiones y crónicas escritas como corresponsal del diario madrileño El Sol mientras acompañó a las fuerzas francesas que libraron duros combates contras las rifeñas en el valle del río Uarga y, posteriormente, cuando cubrió las operaciones españolas en la zona de Alhucemas que culminaron con la toma de Axdir.
De este libro también hay que destacar su portada, obra del artista melillense Diego Mullor, un hombre de dilatada carrera que podemos conocer gracias a los diversos estudios que sobre la misma ha realizado el historiador Juan Díez.

La presente reedición se ha llevado a cabo a iniciativa de Ico López Rienda, nieta del autor, en el noventa aniversario de su publicación.

ALGUNOS DATOS BIOGRÁFICOS DE RAFAEL LÓPEZ RIENDA
López Rienda nació en Granada el 9 de mayo de 1897, permaneciendo en su ciudad natal hasta que cumplidos los dieciséis años su vida dio un vuelco hacia la aventura y decidió alistarse como soldado en el Regimiento de Caballería Lusitania, de guarnición en Granada, donde sentó plaza el 14 de octubre de 1913 aunque no tardó en ofrecerse voluntario para servir en África siendo destinado en diciembre de ese mismo año al Grupo de Caballería de Larache. Tomó parte en diversas acciones de combate con esa unidad hasta que en noviembre de 1914 es destinado a la Policía Indígena, permaneciendo en dicha unidad hasta finales de abril d 1915 en que pasa al Grupo de Fuerzas Regulares de Larache donde alcanzará el grado de sargento. Abandonó el ejército en 1922.

Hombre autodidacta, se interesará por el periodismo y llegará a ser corresponsal del diario El Sol, paso previo a la fundación de su propio periódico en 1920: El Diario Marroquí de Larache. Consecuente con su sentido de la honradez y su amor por la verdad destapó un caso de corrupción en el parque de Intendencia de aquella ciudad que fue conocido como el "escándalo del millón de Larache" por la cuantía de lo defraudado. Estas investigaciones quedaron reflejadas en un libro publicado en 1922. A partir de esa fecha se centrará en su carrera periodística en la que llegará a dirigir el diario El Eco de Tetuán y, además de con El Sol, colaborará con otros periódicos y revistas como El Telegrama del Rif, El Defensor de Granada o la Unión Ilustrada de Málaga.

Junto a su labor en la prensa, López Rienda cultivó la novela, con títulos como Águilas de Acero, Juan León, legionario o El carmen de los claveles y el teatro con la obra El héroe de la Legión. En cuanto a su faceta cinematográfica, ésta comenzó en 1922 con el guión de la película Alma Rifeña. Tras el fin de la guerra de Marruecos, López Rienda se centró en el cine, destacando el guión para Águilas de Acero de Florián Rey. Partiendo de la experiencia adquirida en estos trabajos, se decidió a escribir, dirigir y producir sus películas: El héroe de la Legión, basada en la novela Juan León, y Juanito el castigador. En proyecto quedó la adaptación al cine de su novela El carmen de los claveles.

Rafael López Rienda murió en Madrid el 15 de septiembre de 1928 a consecuencia de complicaciones surgidas en las heridas que recibió en un accidente de circulación.

FRANCIA CONTRA ABDELKRIM
El valle del río Uarga marcaba la frontera entre las zonas españolas y francesa del Protectorado según lo estipulado en los tratados entre ambos países. A comienzos de la década de los años veinte, Francia había ocupado ya las regiones al sur del Uarga pero el territorio asignado a España seguía libre y era lugar de paso de suministros para los rifeños que se aprovechaban de la neutralidad francesa en la guerra que combatían contra los españoles. Esta situación cambió en 1924 cuando Francia, ante el repliegue español en su zona, decidió ocupar posiciones al norte de dicho río. Este movimiento fue visto como una amenaza por Abdelkrim que en abril de 1925 organizó una gran ofensiva contra las posiciones francesas en el Uarga y en la cabila de Beni Zerual, que quería unir a la resistencia. Francia fue cogida de sorpresa y sufrió grandes pérdidas de hombres, material y territorio en lo que se denominó el "Annual francés", si bien, en los artículos de López Rienda vemos que hubo algunas diferencias entre una y otra derrota como que las bajas sufridas por los franceses no fueron de soldados de reemplazo sino de tropas coloniales senegalesas y voluntarios de la Legión Extranjera. Por otra parte, Francia puso grandes medios para enfrentarse a los rifeños, principalmente aviación, que realizó misiones de bombardeo, reconocimiento, abastecimiento de las posiciones sitiadas y de evacuación de heridos a los hospitales de Rabat y Casablanca.

Otra diferencia que señala López Rienda entre una zona y otra del Protectorado es el mayor desarrollo económico del territorio asignado a Francia basado en la agricultura, la explotación de los yacimientos de fosfatos y las inversiones y obras públicas llevadas a cabo por los franceses como el ferrocarril y las carreteras que unían las principales ciudades de dicha zona.

La ofensiva rifeña que llegó a amenazar las ciudades de Fez y Taza, donde se dio órdenes de evacuar a las mujeres y niños europeos, obligó a Francia a enviar grandes contingentes de tropas y equipos a Marruecos que fueron estabilizando la situación en el Uarga y otros frentes abiertos en dura lucha con los rifeños en la que se dieron episodios de crueldad en uno y otro bando con asesinatos de prisioneros y torturas. La situación creada puso el llamado "problema marroquí" en un primer plano de la política francesa debatiéndose diversas opciones sobre su resolución que abarcaban desde la negociación con Abdelkrim para otorgarle algún tipo de reconocimiento a la República del Rif como región autónoma dentro de Marruecos hasta la opción militar en conjunción con España que fue la solución que terminó adoptándose.

López Rienda nos describe en su libro el desarrollo de una de las primeras operaciones conjuntas hispano-francesa contra las fuerzas de Abdelkrim que se llevó a cabo en el valle del río Lucus en agosto de 1925 y en la que participaron fuerzas francesas al mando del coronel Freidenberg y españolas de la Comandancia General de Larache que estaba al mando de José Riquelme. Riquelme es el gran africanista olvidado por la historiografía melillense dada su lealtad al Gobierno de la República durante la Guerra Civil pese a que su brillante carrera militar estuvo muy vinculada a la ciudad y fue uno de los artífices de la salvación de Melilla en los aciagos días que siguieron al desastre de Annual.

EL DESEMBARCO DE ALHUCEMAS
La segunda parte del libro la componen las crónicas escritas durante una visita que López Rienda realizó a la isla de Alhucemas y en el histórico desembarco efectuado en aquella bahía. La visita a la isla fue en el verano de 1925 para informar sobre los bombardeos que sufría dicha posesión española. El viaje lo realiza en el vapor España nº 5, buque adquirido por el Ejército para labores logísticas, y pasa a la isla en las lanchas de la Compañía de Mar. Este desembarco se hace de noche y por la zona conocida como la Pulpera para evitar los fuegos enemigos. En la crónica se describen los terribles efectos de los bombardeos rifeños y las numerosas bajas que causan a la guarnición.

López Rienda acompañó a la columna de Melilla que participó en el desembarco de Alhucemas. Embarcó en el A. Lázaro junto con tropas de la Legión. Desembarcó en los primeros días viviendo en persona los peligros y sufrimientos que se soportaban en la cabeza de playa sometida al cañoneo rifeño, sus contraataques y acuciada por la falta de agua. López Rienda alaba el valor y la entrega de los soldados que participan en la operación, desde las tropas de choque que luchan en primera línea hasta los encargados de la intendencia y fortificaciones que con su trabajo hacen posible el permanecer en la playa.

Sobre el general Sanjurjo, que comandaba las fuerzas terrestres en Alhucemas, escribe: Sanjurjo es uno de los generales más populares de nuestro Ejército. Compartió en la campaña con las vanguardias los momentos más duros. A Melilla llegó en los días más decisivos del desastre. Detrás de Sanjurjo iba el éxito siempre. Fue el salvador de Melilla. José Sanjurjo es otro africanista olvidado pero por motivos diametralmente opuestos a los de Riquelme. Si uno fue olvidado por su militancia republicana, la figura y leyenda de Sanjurjo fue fagocitada para no oscurecer la imagen casi mitológica con la que se rodeó al general Franco durante su dictadura. De hecho, aunque en las páginas de El Telegrama del Rif se referían a Sanjurjo como "caudillo de África" o "invicto caudillo" en Melilla no queda casi ningún recuerdo de Sanjurjo mientras que sigue en pie la estatua del otro "caudillo", Francisco Franco, representado con el uniforme de comandante del Tercio, rango que ostentaba cuando vino a Melilla formando parte de los refuerzos que socorrieron la ciudad tras el desastre de Annual. Unas tropas que estaban bajo el mando del general José Sanjurjo.

El libro acaba con la crónica de la toma de Axdir, la capital de Abdelkrim y lugar donde los prisioneros españoles capturados durante el desastre de Annual vivieron y murieron en su terrible cautiverio que sólo terminó cuando el gobierno se avino a aceptar las condiciones impuestas por el líder rifeño. La toma de Axdir fue un duro golpe para la resistencia rifeña que marcó el principio del fin de esa guerra que tanta sangre se había cobrado.

Por JOSÉ MARQUÉS LÓPEZ.

CARLOS ESQUEMBRI HINOJO.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€