Fernando Currás compareció en rueda de prensa cariacontecido con el mazazo del gol del empate en el tiempo de la prolongación. El entrenador de la U.D. Melilla no puso excusas al resultado de 1-1 y aseguró que las facilidades otorgadas en los últimos minutos deben servir de experiencia para los próximos encuentros. «Ahora mismo tengo la sensación amarga de haber perdido dos puntos en un descuento largo. Pesa demasiado para hacer una valoración de lo que ha ocurrido antes de ese minuto 95», explicó como introducción a lo sucedido en el partido.
De cualquier modo, indicó que el encuentro fue «bastante parejo» en el primer tiempo, aunque consideró que su equipo disfrutó de las ocasiones más claras, «con momentos no de buen fútbol pero sí de merecer un poco más, de irnos al descanso con ventaja».
En cuanto al segundo tiempo, reconoció que su equipo se encontró con el 1-0 a su favor, que bajo su opinión condicionó el juego. «El San Roque es un equipo al que no le cuesta dejar gente descolgada, asume riesgos y nosotros ante esas dificultades hemos defendido aceptablemente bien, pero la clave estuvo en no haber metido el segundo gol para matar el partido».
Sin embargo, significó que el San Roque es un equipo que marca muchos goles a balón parado. «No es cuestión de pizarra, sino que va con mucha fe en esa faceta y en cada balón se deja el alma, pero echo en falta vivir más esos últimos minutos de partido en los que nos han rematado dos saques de esquina».
A este respecto, señaló que en estos momentos no prima lo táctico, «sino que hay que tener más corazón y compromiso para conseguir tres puntos que los acariciábamos, pero nos vale de ejemplo porque hasta que no pita el final el árbitro, cuesta la vida ganar. Debe servir de experiencia y que no se vuelva a repetir», concluyó.
