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Melilla en mi recuerdo

Años 50 y 60. Su Avenida

melillahoy.cibeles.net fotos 1360 Antonio Salido

Cualquier melillense que se precie tiene que querer profundamente a la AVENIDA, siempre ha sido nuestra Avenida, independientemente del nombre que en cada época le hayan dado según las circunstancias políticas de cada momento, mientras he vivido allí desde el año 1951 al 1970 yo solo la he conocido como la Avenida del Generalísimo (supongo que con el añadido de Franco en el total de su nomenclatura, me alegré mucho cuando me enteré que le cambiaron el nombre estando ya en la Península)). No obstante, para la mayoría de nosotros era simplemente la Avenida.

Supongo, que como en todas partes unos establecimientos habrán desaparecido, se habrán creado otros y algunos habrán cambiado de nombre. Los que más frecuentaba yo en aquellos tiempos eran las papelerías, recuerdo Casa Bóix, me parece que en un momento dado se separaron los dos hermanos propietarios y se convirtieron en Luís o Antonio Bóix y la otra en Rafael Bóix , era en mis tiempos de estudiante, mayormente allí adquiríamos nuestros libros, lápices, bolígrafos, gomas de borrar, carpetas, etc., en fin todo lo que se necesitaba, me parece que había otra en la esquina de la Avenida con la Plaza de la Iglesia Sagrado Corazón (Pl.Menéndez Pelayo), esta creo que se llamaba la Española, también era bastante frecuentada. En la parte superior la farmacia Navarrete, tanto a esa como a otra en C/ Margallo, junto a Calzados Villanueva eran las farmacias a donde me mandaba mi madre. Otros comercios, que me vienen a la memoria eran, El Palacio Oriental, Pagoda, Pepe el Indio, en estos comercios, en el Mantelete y algunos de la C/ Margallo, eran en aquellos tiempos de la mili de reemplazo donde los militares adquirían multitud de productos para enviarlos o llevarlos a la familia. También estaban El Acueducto y La Reconquista, esos eran más de ropa y confección, como Mónaco, Milán y Roan muy cercana a la Avenida. Milán creo que tenía dos tiendas, una en la Avenida y otra en la calle perpendicular cerca de Casa Bóix (mi hermano mayor , creo que tuvo ahí su primer empleo, e hizo sus pinitos como aprendiz de sastre, recuerdo que uno de los hijos del dueño le llamaban como a mí «Antoñín», una de sus aficiones era el gimnasio, «culturismo» mayormente). Otro gran establecimiento era la ferretería Cabanillas, cualquier cosa o utensilio relacionado con la construcción, cerrajería, fontanería, etc., allí lo podíamos encontrar, la perfumería Levantina, con todo tipo de colonias y cosméticos tanto para la mujer como para el hombre. Más abajo estaba la cafetería California, vendían helados también, te podías acomodar tanto dentro como en la acera, recuerdo que tenían una máquina de pinchar discos, los más jóvenes elegíamos las canciones de nuestros conjuntos preferidos de entonces, Los Bravos, Sírex, FórmulaV, Los Brincos, Dúo Dinámico, etc., otros mas veteranos y las chicas, Raphael, Adamo, Serrat, Julio Iglesias, luego yo no se si siempre que íbamos los amigos de costumbre, esa persona estaba allí o era una coincidencia demasiado habitual, pero, había una canción que ese señor elegía y la teníamos metida en el «coco» constantemente, era una del Mejorano que se llamaba «Mi Barca» o «Mi barco de vela» (decía algo así «en un barco de vela a la mar me tiro, que me lleve dentro muy lejos contigo») nosotros nos reíamos y estábamos pendiente de que acabase para que no se nos adelantase, porque seguía con el repertorio flamenco de Valderrama, Pepe Pinto, Farina y otros, si ponía a Antonio Molina yo encantado, era mi cantante flamenco preferido, cuando aun no teníamos radio y yo era bastante pequeño, nuestra vecina Rosario que si tenía y también le gustaba mucho Antonio Molina (qué garganta y aguante sin respirar tenía), nos llamaba a mi hermano Rafa y a mi para ir a su casa a escucharla, vivía enfrente, recuerdo que mi hermano lo imitaba muy bien y mi tío Saturio le solía dar una peseta para que le cantara el «soy minero, cocinero-cocinero, o el emigrante», él era muy vergonzoso y para cantar se situaba en otra habitación. Actualmente hay una mujer cantante, que es lo más parecido a Antonio Molina y con una garganta también prodigiosa y voz maravillosa, me refiero a Diana Navarro, incluso, en un CD suyo canta «la paloma blanca de Molina» y «el camino verde de Angelillo», lo «borda» en las dos canciones. Más hacia la Plaza España estaba el Casino Militar (allí se celebraban buenos bailes con algún conjunto o bien con tocadiscos. Luego un pasaje con comercios también que daba frente al cine Monumental en la C/ Ejército Español y finalizaba justo al lado del Bar Cafetería Metropol (no recuerdo bien el año y si estaba yo en Manresa o Castellón, dicha Cafetería sufrió un lamentable atentado), que como el Casino, era sitio habitual de los personajes «más relevantes del lugar» para tomar un buen café acompañando una amena tertulia. Al otro lado, en la acera de enfrente, también existía una tienda de armas, no recuerdo su nombre, encima se encontraba la clínica del famoso radiólogo Sr. Remartínez (padre d.e.p), yo odiaba las papillas que nos daban para revisión intestinal (decíamos, voy a pasar por la pantalla, que era de rayos X). Además de en otras calles, en la Avenida se dan cita bastantes edificios muy bonitos y con mucha historia de arquitectura «modernista», era el centro de nuestra Ciudad. Actualmente cuando preguntan en algún concurso televisivo por esa circunstancia en Melilla casi nunca aciertan, del mismo modo que si preguntan por ¿Cuántas Ciudades Autónomas hay en España? (la mayoría N.P.I.). Esa Avenida siempre ha sido lugar de cita habitual entre amigos y amigas, no nos cansábamos de pasear acera arriba, acera abajo y como es natural, paradas constantes con la gente más conocida por cada cuál. Los domingos por la noche, en algunos bares del centro, recuerdo que repartían una hoja deportiva con los resultados especialmente de fútbol de 1ª, 2ª división y de 3ª si el Melilla se encontraba en esa categoría, entonces no existía la 2ª división B, también venía el resultado de la quiniela, los 14 signos, aun no figuraba el 15, esas hojas o dípticos se encontraban a disposición de los clientes encima de la barra de los bares esa noche del domingo, cuando yo era más pequeño y aun no consumía en los bares, entraba en alguno y con descuido cogía una de las hojas para informarme, en ocasiones me llevaba alguna bronca del camarero si me veía. En la parte superior de la Avenida estaba el Bar Zaragoza que daba también a López Moreno, allí jugábamos mucho a aquellas máquinas de las bolas, también tenían muy buenas tapas, bueno, eso en Melilla siempre ha sido en casi todos los bares, ¡Es denominación de origen melillense! Se podría hablar mucho más de esa nuestra hermosa y bonita Avenida de toda la vida, pero aquí lo dejo. Salud y todo lo mejor queridos paisanos.

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