La representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Francesca Friz-Prguda, fue quien recogió junto a María Vallés, representante del organismo en la ciudad, la Medalla de Oro del Colegio de Abogados de Melilla. Fue en el marco de la celebración de la patrona de los abogados, a quienes agradeció su trabajo con la asistencia a refugiados. Así, apuntó que tras pasar el día en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), cree que «quizás sea tiempo de reconceptualizar lo que debe ser un CETI» en un centro de identificación y derivación.
La representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Francesca Friz-Prguda, agradeció al Colegio de Abogados el reconocimiento del trabajo de la organización debido a la «complicación» del mismo en los últimos años, teniendo en cuenta, según la representante de ACNUR, que se han registrado las cifras más altas de desplazados después de la Segunda Guerra Mundial. Por otro lado, la representante de ACNUR planteó que «quizás sea tiempo de reconceptualizar lo que es o debe ser un CETI», tras permanecer durante el día de ayer en el recinto. Friz-Prguda cree que posiblemente «sea necesario un centro de identificación, registro y derivación», con el fin de obtener algo «más rápido y eficaz que alivie el sistema y a los miles de refugiados del centro». De esta manera, considera que esta modificación tendría que dar lugar a «que todos los refugiados que pidan asilo o no puedan ser trasladados rápidamente a la Península». Así como continuar con el procedimiento actual, es decir, si son solicitantes «obtener sitio en un Centro de Acogida de Refugiados (CAR) y empezar el proceso de integración». Por otro lado, la representante de ACNUR puso en valor la creación de la Oficina de Asilo tanto en Ceuta como en Melilla, que considera uno de los «grandes avances», toda vez que lamentó que «casi no se aprecie lo suficiente» en cuanto a lo que permiten para el acceso al territorio, traslados y «aumento de la confianza» en el sistema de protección internacional. En este sentido, reconoció que Melilla se ha convertido en el último año y medio en «una puerta segura de entrada en la Unión Europea para personas que necesitan de protección internacional». Sin embargo, destacó que «hay otras personas, no solo sirios, que pueden necesitar protección internacional y que no pueden acercarse a los puestos de asilo en Melilla por varios obstáculos». Friz-Prguda recordó que los refugiados son «personas como tú y yo» con familias que huyen de una guerra o una persecución y en este sentido los abogados, «juegan un papel muy importante en la vida de un refugiado». En especial, señaló la ayuda de los letrados en las solicitudes de asilo. Por ello animó a los abogados a continuar con la formación en la que cuentan con ACNUR y a «ser cada día los mejores» con el fin de que Melilla «se siga transformando en un ejemplo de buenas prácticas para otras fronteras externas de la Unión Europea».
