No han empezado con muy buen pie las representaciones de ballet de la Compañía de danza ‘La Mov’ debido a los problemas que se presentaron ayer con el sistema de sonido en el teatro Kursaal durante la representación de “La Cenicienta”.
El director de la obra expresó públicamente su malestar por estos hechos al asegurar que era la primera vez en su carrera que le pasaba algo similar y recriminó a los responsables de sonido que se estuvieran produciendo dichos fallos. En cambio, los técnicos de sonido negaron que la culpa fuera del sistema del sonido del Kursaal sino del material informático que trajo la empresa que ha venido de la Península para su espectáculo, si bien felicitaron a los artistas por lo bien que lo habían hecho. Sea como fuere, y después de cuatro cortes de sonidos, algunos de los cuales llegaron a ser de hasta cinco minutos, la obra pudo representarse hasta el final.
Entre el público, no obstante, hubo quienes defendieron que lo que correspondía en un caso así era suspender la función hasta el día siguiente o devolver el dinero a los espectadores. Calificaron lo ocurrido como "inaudito" y apuntaron que el público en Melilla es muy comprensivo pero subrayan que si esto hubiera ocurrido en otro punto de la Península, donde las entradas al teatro no cuestan 10 euros sino 30 ó 40, "la cosa hubiera sido diferente".
Dejando al margen estos contratiempos, el patio de butacas ofreció un aforo bastante completo y hoy se espera una masiva respuesta de público a partir de las 21 horas con “La bella durmiente”. Todavía quedan entradas tanto en la taquilla del teatro como a través de internet.
