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Necesario reciclaje

La tecnología avanza a un ritmo vertiginoso y de ahí la necesidad de reciclarse y adaptarse a los nuevos tiempos. Una inteligente medida que las formaciones políticas tradicionales deberían tener muy en cuenta y aplicarla a otros ámbitos de actuación.

Aunque con el habitual adelanto temporal que provocan los efectos de la precampaña electoral que empieza a vislumbrarse de cara a los importantes comicios que se celebrarán el 20 de diciembre, nos encontramos con un pie en 2015 y el otro pisando prácticamente la nueva anualidad. Un año que se acerca a su fin y que ha llegado cargado, como pocos, de citas electorales. Andaluzas, municipales, catalanas y a dos meses vista un nuevo encuentro con las urnas en un momento especialmente convulso debido a la irrupción de dos nuevas formaciones en el panorama político nacional, Ciudadanos y Podemos, que descuadran el tradicional, y asentado durante décadas, bipartidismo protagonizado por los dos grandes partidos PP y PSOE. Un período anual ahora a punto de finalizar que aunque no ha llegado cuajado de grandes satisfacciones para los ciudadanos, ha proporcionado un toque de optimismo en base a una incipiente recuperación económica que no termina de apreciarse en el devenir diario de los ciudadanos. Época de cambios, de nuevos horizontes como el que introdujo en lo cultural la apertura aquel sábado 19 de marzo de 2011, marcando un antes y un después a través de la reinauguración del recuperado Teatro Kursaal, abierto al público por vez primera el 31 de octubre de 1930, obra del famoso arquitecto establecido, por entonces en Melilla, Enrique Nieto, el mismo que hizo posible la construcción de una gran parte del cacareado triángulo modernista melillense Una medida que supuso en su día un gran esfuerzo económico por parte del Gobierno de la Ciudad Autónoma consciente por entonces de que Melilla estaba necesitada de un foro cultural que permitiera la presencia en la ciudad de un tipo de espectáculos que no tenían cabida por requerir unas condiciones escénicas inexistentes, llegó el Kursaal aportando un evidente revulsivo en el panorama cultural local. Su asentamiento en el escenario cultural ha permitido a los melillenses el disfrute de grandes eventos o las actuaciones de reconocidas figuras del mundo artístico que requerían de un aforo de gran capacidad como la Plaza de Toros o el Auditorium Carvajal y, en consecuencia, de espectáculos que estaban circunscritos a la temporada estival. Ahora, cuando está cercana la conmemoración de su primer lustro, para el que Cultura gestiona ya un especial evento, el Kursaal el pasado viernes fue de nuevo noticia por unos fallos de sonido que provocaron no pocas molestias a los numerosos amantes del ballet que llenaban su aforo para presenciar la representación de “La cenicienta” en la versión de la compañía La Mov. Y aunque en un primer momento se desconocía el origen del fallo acústico por el que hubo que cortar en cuatro ocasiones una representación que a pesar de todo se completó, finalmente quedó claro que el problema no era achacable a la instalación del foro teatral melillense. Sin embargo, esta circunstancia ha provocado la alerta del área cultural que aprovechará su quinto cumpleaños para actualizar los equipos del Kursaal porque tal como reconocía la responsable de Cultura, la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso y de ahí la necesidad de reciclarse y adaptarse a los nuevos tiempos. Una inteligente medida que las formaciones políticas tradicionales deberían tener muy en cuenta aplicar a otros ámbitos de actuación.

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