Educación y Sanidad son las dos únicas competencias que no están transferidas a Melilla y por tanto el peso de sus decisiones es crucial, sobre todo teniendo en cuenta los casos del nuevo hospital o de las nuevas instalaciones escolares, como un instituto y un colegio Quedan menos de dos meses para las elecciones generales, los comicios más inciertos prácticamente de la historia democrática española, dado que si bien las encuestas vaticinan una victoria del PP, ésta no sería lo suficientemente amplia como para gobernar en solitario o con apoyos puntuales de otras formaciones como ha ocurrido en el pasado, en la época de los pactos con CiU o PNV. Todo ello por la irrupción de dos formaciones como Ciudadanos y Podemos, que están llamadas a romper con el bipartidismo, si se cumplen los sondeos que se vienen publicando. Pero todo puede ocurrir porque en el PP confían en el voto útil de los españoles para evitar que formaciones sin experiencia de gobierno, como Ciudadanos, o de malas experiencias municipales como Podemos, por los casos de las polémicas creadas en los ayuntamientos de Madrid, Barcelona o Cádiz, puedan decidir el futuro Ejecutivo Central. En la formación de Rajoy están intentando hacer ver a los electores que votar a Ciudadanos o Podemos es en realidad votar por el socialista Pedro Sánchez como próximo presidente del Gobierno de la Nación, aunque el PSOE fuera el segundo partido más votado, recordando así las funestas consecuencias que tuvo para el país el último ejecutivo del PSOE de la mano de José Luis Rodríguez Zapatero, que llevó a España a la mayor crisis que se conoce de los últimos tiempos.
En este sentido, hay que señalar que si bien a nivel nacional hay más incertidumbre sobre el resultado final, en Melilla debería ocurrir una debacle para que el PP no lograra revalidar la terna de parlamentarios en juego, el diputado y los dos senadores, como viene haciendo interrumpidamente desde el año 1996. Sus candidatos aún no se conocen y no está previsto que sean adelantados más allá de la fecha límite, a mediados de noviembre. Las quinielas sobre los nombres continúa y cada vez parece más claro que Antonio Gutiérrez no repetirá en el Congreso después de casi veinte años de diputado, dado el interés por la renovación y los últimos pasos díscolos dados por el congresista melillense en materias como el aborto. Son muchos los nombres que suenan e incluso no se descarta que sea una mujer. También se baraja la posibilidad de que el nombre propuesto sea el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani. En cualquier caso, de momento no hay nada decidido y, como con los resultados, todo puede ocurrir. En cambio, en el Senado parece más claro que repetirán Juan José Imbroda y María del Carmen Dueñas, salvo que alguno de ellos renuncie a concurrir de forma voluntaria.
Por último, las visitas de importantes personalidades del ámbito político nacional ya se están desvelando. Así, el presidente de la Ciudad Autónoma y del Partido Popular, Juan José Imbroda, ha anunciado que vendrán a Melilla dos de los ministros que más incidencia tienen en la ciudad, el de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, y el de Sanidad, Alfonso Alonso. Son las dos únicas competencias que no están transferidas a Melilla y por tanto el peso de sus decisiones es crucial, sobre todo teniendo en cuenta los casos del nuevo hospital o de las nuevas instalaciones escolares, como un instituto y un colegio. Estaremos atentos a sus compromisos porque tienen muchas opciones de ser reelegidos, salvo que se produzca un cambio como consecuencia de los resultados, en el que el socialista Pedro Sánchez se vislumbraría como el nuevo presidente del Gobierno, dado que no parece probable que ni Ciudadanos ni Podemos superen a los dos grandes partidos, por mucho que se les acerquen, como indican las encuestas. Sin embargo, esto no ha hecho más que comenzar y hasta el 20 de diciembre quedan poco menos de 60 días, y esto en política es una eternidad.
