Al margen / EPIDEMIAS=Mucho cuidado ha habido en esta Plaza, en precaverse el comercio con la Berbería, siempre que el recelo de algún contagio ha dado aviso, pero la situación de estos vecinos entre ásperas Montañas, hace muy saludable la comarca, logrando el beneficio de la purificación de sus aires y la fatiga que ha experimento en este asunto, ha sido cuando Málaga sufre alguna epidemia, a causa del comercio que con ella tiene, como se verifica por copia de carta escrita al Rey, con fecha veinte y tres de Abril de mil seiscientos y ochenta… … avisando los Ministros, que desde el mes de Marzo, padecieron en este Pueblo la epidemia(1) que en Málaga, y duró hasta siete de Julio del mismo año que se publicó la salud, habiendo causado graves daños a los individuos en la pérdida de vidas y ropas En quatro de Agosto de mil setezientos y onze, avisaron los Ministros a esta Plaza el crecidísimo número de enfermos que en Hospital y vecindario tenían, y que se hallaban con poca gente para la fatiga del servicio de las Armas, faltos de medicinas, harina y carnes, muriendo algunos al rigor de la necesidad. En veinte y uno de Noviembre de mil setecientos y catorce, noticiaron la epidemia que padecían causada de una porción de bacalao que les enviaron de Málaga de inferior calidad y otros generos que encontraron nocivos a la salud. Y últimamente tenemos bien presentada estación de tercianas epidémicas que hemos padecido los años de mil setecientos cincuenta y dos, y mil setecientos cincuenta y cuatro, que nos constituyeron en bastante aflicción y para su exterminio, imploramos el auxilio de la Reyna de los Cielos y Tierra, nuestra Madre, y Señora de la Victoria, parándola frente del Hospital, la tarde que salió en procesión, y se le cantó la salve.
Al margen
SITIOS=Ha sido esta Plaza continua Atalaya de la Fe y sus moradores con las armas, en incesante fatiga, han empleado el valor, acierto y conducta en su defensa, libertándola de las bárbaras invasiones, y resistiendo con tesón los asaltos que a ella, y sus fuertes han dado en los años de mil seiscientos ochenta y siete, hasta mil seiscientos noventa y cinco, que fueron continuos, conspirado el enemigo en lograr se extinguiesen los fuertes, que hoy miramos en la vega totalmente arruinados, como lo consiguió por la multitud de gente que él tenía, y poca de nuestra parte, según reconocerá por menor el curioso lector, en Estrada Población de España, tomo tercero, tratado Melilla en África, y los mismos naturales que hoy residen, son perfectos cronistas, como legítimos herederos de los méritos de sus Padres, y Abuelos, que se hallaron en aquéllas funciones y algunos lograron les concediese el Rey escudo de ventaja, y ellos en las de este siglo; por cuyo justo motivo, y ser a todos bien notorio, no expongo algunas, contentándome con hacer relación del valor con que se mantuvo esta fortaleza, a vista de la mayor desgracia, que le sucedió el dia seis de Mayo de mil seiscientos cuarenta y nueve en ocasión de haber atacado los Moros a nuestra gente con tal intrepidez, y turba que mataron al Alcayde Gobernador capturaron al capitán y se perdió toda la Infantería, y Caballería, quedando esta Plaza con solos veinte hombres para su defensa, pero como Maria Santísima de la Victoria era su Patrona, es innegable haber en este lance ostentado su poder, para impedir a los enemigos triunfasen de la Ciudad, asi como impidió la robasen la noche del martes cuatro de Noviembre de mil seiscientos treinta y uno a la modorra, que entraron en su Ermita, y no pudiendo conseguirlo, le quitaron la Corona, y la del Niño, se llevaron un Crucifijo del Altar; el dosel, la lámpara y otras cosas, y el siguiente cinco, ofrecieron los Moros dar las Coronas, y el Crucifixo, rescatándolos por su peso; en esta acción(2) sería cuando dice Estrada en su citada Historia, tomo tercero, pag. 493, dieron de cuchilladas a esta Imágen, y cortaron tres dedos de la mano derecha, viendo que entre doce bárbaros que entraron, no pudieron sacarla, pues no se encuentra otro monumento con que pueda tener más propia similitud.
Al margen. "Robo que intentaron hazer (sic) los Moros de la Imagen de la Victoria , y alhajas que se llevaron"
Notas
1.- Peste llamada de los catarros, que duró cuatro meses y medio, provocando 174 defunciones, entre otras la del religioso de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, que ejercía el oficio de médico y que murío a causa del contagio el día 30.5.1680. Fue enterrado en el osario de la sacristía. Libro 2º de Defunciones, folio 40. Datos inscritos por Fray Diego de León, capuchino, quien permaneció en Melilla desde el año 1678 hasta el 7.11.1681.
2.- Con motivo de la celebración del V Centenario de la Ciudad de Melilla, el Gerente de la Sociedad V Centenario, D. Juan Antonio de León y Urquijo se reunió con José Luis Blasco López, que en aquella época ocupaba el cargo de Presidente de la Asociación de Estudios Melillenses. Durante la comida de trabajo, que tuvo lugar en el restaurante Granada, a instancias del presidente de la AEM, el Gerente de la Sociedad tomó nota, entre otras muchas cuestiones, de la necesidad de restaurar la imagen de la Patrona de la ciudad. Comunicado a la Congregación de la Victoria, no sólo no se opuso, si no quela Congregación solicitó por escrito esta restauración. Restauración que fue realizada por la reputada restauradora Dª Concepción Bengoechea, sin que en ningún momento aparecieran sobre la imagen tallada de Ntra. Señora de la Victoria signos de cuchilladas, puñaladas, manos o dedos cortados, etc. Afirmación categórica que puedo realizar, al haber preguntado, directamente por esta cuestión, a la señora restauradora, en presencia del letrado melillense D. Blas Jesús Imbroda Ortiz.
