La primera visita de Albert Rivera levantó una gran expectación y los pronósticos no fallaron. Acudieron más de 400 personas a su mitin en el Hotel Melilla Puerto, no sólo afiliados o simpatizantes de su partido, Ciudadanos (C's), sino también de personas ligadas al PP, PSOE, CPM y en especial antiguos militantes de PPL. El candidato a la Presidencia del Gobierno copó todo el protagonismo porque salvo una pequeña presentación de su coordinador local y candidato al Senado, Eduardo de Castro González, Rivera fue el único que se dirigió al público. Ellos dos junto con el candidato al Congreso Ahmed Boubnane El Outmani y la candidata al Senado María Luis Díaz Ruiz se subieron después al escenario a la conclusión del mitin. Albert Rivera, después de participar el viernes en un gran acto en Cádiz, donde presentó sus "30 propuestas para cambiar España", entre las que se incluye suprimir el Senado y el Consejo General del Poder Judicial, y de tomar parte por la noche en Madrid en un programa en directo en La Sexta, cogió el primer vuelo de la mañana del sábado a Melilla. En el mitin subrayó su gran interés por visitar nuestra ciudad y por ello solicitó a su equipo que buscaran un hueco en su apretada agenda para venir a la ciudad, algo que ocurrió ayer.
Lo primero que hizo fue recorrer Melilla la Vieja antes de ir caminando junto con sus compañeros locales hasta la Plaza de España, donde atendió a los medios de comunicación sobre distintas cuestiones, la mayoría de cariz nacional salvo un par de preguntas de cuestiones locales, como los casos judiciales que afectan a algunos miembros el Gobierno o la inmigración irregular.
Posteriormente siguió su caminata y se fue al Hotel Melilla Puerto, un paseo en el que varios melillenses tuvieron la oportunidad de estrecharle la mano e incluso abordarlo para proponerle cuestiones que ellos consideran relevantes para que las atienda uno de los políticos de moda. Llegó el momento de acceder al establecimiento hotelero poco antes de las 11.30 horas, donde fue recibido entre aplausos, con la sintonía de C's como fondo musical.
"Españoles con los mismos derechos"
Salvo una pequeña presentación de Eduardo de Castro, en la que subrayó que son los primeros en traer a un candidato a presidente del Gobierno en esta precampaña, el único orador en el mitin fue Albert Rivera. En la primera fila se hallaba el aspirante de esta formación a diputado, Ahmed Boubnane y la candidata a senadora, María Luisa Díaz.
Lo primero que hizo el político catalán fue agradecer a las más de 400 personas su asistencia un domingo por la mañana. "Es un honor para mí estar aquí hoy" porque sostiene que un candidato a presidente del Gobierno debe intentar ir a todos los rincones del país, como ocurrió ayer en Melilla, "porque todos los españoles son iguales".
Después de destacar que C's logró representación parlamentaria en las pasadas elecciones autonómicas con apenas unos meses de vida, manifestó que quieren acabar con los privilegios en política y con la corrupción. "Las mordidas las pagamos con nuestros bolsillos a través de los recortes que sufrimos" apuntilló.
Al tiempo que criticó al presidente de la Ciudad Autónoma por la posibilidad de que el Tribunal Supremo le llame a declarar, solicitó acabar con los aforamientos y con los indultos a políticos.
Rivera abogó porque todos los españoles, independiente del lugar donde vivan, tengan la misma cartera de derechos básicos de sanidad garantizada a través de un fondo de cohesión. "Debemos tener conciencia que todos los rincones de España son iguales y que Melilla es una de las ciudades más antiguas de España, con más de cinco siglos de historia".
Admitió que Melilla tiene problemas añadidos como es la inmigración irregular y criticó a aquellos que dan lecciones desde Europa o desde otros puntos de España por las intervenciones en la valla. En este sentido, además de pedir una mayor implicación de Europa y señalar que no es una cuestión de subir la valla ni de colocar concertinas sino de actuar en el origen, subrayó que "hay que apoyar a los funcionarios para que se cumplan las leyes". "Hay que destacar aquí la labor de los servidores públicos" dijo, momento en el que arrancó sus primeros aplausos, y así varias veces.
El presidente del C's solicitó acabar con el "clientelismo político y el caciquismo". "Si en otras partes de España se produce el clientelismo y la compra de voluntades, en Melilla es aún peor".
El líder catalán indicó que España es un país libre y exclamó que "no piensen que Melilla es suya" al tiempo que subrayó que C's es un partido incómodo porque "no estamos en venta ni se nos compra con un carguito". Así dijo que tuvieron oportunidad de formar parte del gobierno de Melilla "pero nosotros no nos vendemos por un sillón de vicepresidenta como han hecho otros".
"Un susto a más de uno"
Ernest Rivera pronosticó un gran resultado para su partido en las elecciones generales y advirtió que "a más de uno les vamos a dar un gran susto". Asimismo dijo que hay encuestas que les dan como segundo partido más votado, en otras tercero e incluso "una interna del PP" que les dan como primeros en el país. "Vamos a superar a los partidos viejos" señaló.
Abogó por una "segunda transición" liderada por el centro que representa, dijo, C's porque es la única capaz de poner de acuerdo a todos al señalar que "la vieja izquierda y la vieja derecha siempre han querido dividirnos. Eso en 2015 se acabó y tenemos que poner sobre la mesa aquello nos une" para la reforma de la Constitución, "pero no para cargarse a España" como quiere Artur Mas.
El aspirante a La Moncloa subrayó que la educación es fundamental para España y aseguró que "C's propone casar la educación con la creación de empleo". También resaltó que "Melilla demuestra día a día que la convivencia es posible" y abogó por la creación de la asignatura de "Historia de las religiones" para que "nos entendamos y nos comprendamos".
Albert Rivera indicó que “después de ocho años de crisis, este país tiene que volver a levantarse y tenemos una oportunidad mágica" en las elecciones del 20 de diciembre, donde se mostró convencido de un triunfo de su partido. "Nada es imposible, imposible es una opinión" concluyó su mitin, mientras recibía los aplausos al grito de "presidente, presidente" por parte de muchos de los asistentes. Llegó a continuación el momento de los "selfies" antes de salir de hotel y tomar el avión de vuelta a las 14.00 horas para seguir con una precampaña y campaña que se presenta agotadora.
