Se rumoreaba en los mentideros educativos que este lunes nos visitaría el Sr. Ministro de Educación, el Sr. Méndez de Vigo.
No nos constaba de manera oficial, al menos en SATE-STEs, si se trataba de una visita confirmada o no, ni cuál podría ser su agenda de trabajo ni el objetivo último. De lo que sí que podemos dar fe es de que, como en la visita de su predecesor, el Sr. Wert, la representación del profesorado no ha sido ni informada ni convocada a reunión alguna para tratar los muchos y graves problemas que aquejan a nuestro sector educativo en general y al colectivo docente en particular.
Teniendo en cuenta el marchamo de persona dialogante y con capacidad de negociación con la que se nos presentó en su momento, así como sus primeros pasos, con la constitución de la Mesa Sectorial de Educación –obligado por la ley, pero dando un paso que desde el año 2007 no dio ninguno de sus antecesores igualmente obligados por la misma ley-, nos resulta extraño que, cursando visita a uno de los dos únicos territorios del país que constituyen su ámbito de gestión directa, se le haya podido pasar reunirse con la representación del profesorado, una reunión necesaria tanto por la prudencia protocolaria como por la necesidad de oír la voz de uno de los actores principales del sistema educativo. Ya que no se ha convocado reunión alguna de la Mesa de Ceuta y Melilla, ¡qué mejor oportunidad que esta visita para escuchar al profesorado!
Y esta extrañeza nos hace reflexionar sobre qué temen, o si se trata de simple ninguneo. ¿No conviene que el Sr. Ministro se vea con los sindicatos o la Junta de Personal? ¿Acaso se teme que le podamos recordar que 101 aulas de nuestra ciudad no cumplen la normativa sobre ratios y que el asunto está en manos de la fiscalía? ¿Se trata simplemente de un despiste y no se nos ha remitido la convocatoria de una supuesta reunión? Hasta el momento, no ha llegado por los cauces de comunicación habitual, y hemos estado atentos al mail desde primera hora del lunes por si hubiera sorpresa. Y aunque se haya faltado a la cortesía de la mínima anticipación, no habríamos dudado en hacer un esfuerzo y recomposición de la agenda, pues la ocasión lo merece. Pero no, en el mail no había convocatoria alguna, y sí confirmación de la visita en la prensa.
Por ello, y visto el precedente de la visita del Sr. Wert y su negativa a entrevistarse con la representación del profesorado, mucho nos tememos que no haya ni despiste ni descuido alguno, sino manifiesta intención de evitar una situación que sin duda no gustaría, pues es mucho lo que los representantes del profesorado tenemos que decir sobre las condiciones en la que desarrolla su trabajo en los centros de la ciudad. Nos queda la duda de si el origen de tamaño dislate no es el propio Ministro o que el cargo imprime carácter.
Y, si ha venido para contarnos que el edificio del antiguo mercado está casi listo o lo estará para enero, o que en breve comenzará la construcción del instituto de Jardín de Valenciano, o que el próximo año empezará la del colegio de Gabriel de Morales, llevamos meses –15 años ya con lo de Jardín de Valenciano- oyendo la misma letanía, de manera que para ese viaje no hacían falta semejantes alforjas.
