Un secreto a voces desde el fin de semana, al saber que el Ministro de Educación visitaba Melilla para no se sabe realmente qué.
No está mal que el máximo responsable de la EDUCACIÓN de España venga a visitar nuestra ciudad, pero por qué así. Por qué sin avisar, porqué sin escuchar las peticiones de los más de 1250 profesores/as y maestros/as que trabajan en nuestra ciudad. Por qué no se planteó anteriormente para poder organizar una visita a aquellos centros en los que realmente hay problemas, a saber: ratios elevadas, aulas en malas condiciones, bajas sin cubrir, etc. No hubiese sido mala idea coger una mochila de un alumno/a de primaria o secundaria, que en ocasiones supera los 10 Kg de peso, e intentar llevarla sobre su espalda o como carrito durante su visita, o asistir a clases en las que a pesar de las ayudas que se dan para adquisición de material los alumnos no los llevan, o entrar en una de esas clases “malas”de 1º de ESO u otro nivel, que existen eh, ¡¡no nos engañemos sabemos que existen!!, donde le preguntas a la mayoría de los alumnos y alumnas y no son capaces de hacer una lectura comprensiva de un texto muy por debajo de su supuesto “nivel curricular”. Por qué nos empeñamos en enseñar lo bonito de los centros, la clase más adornada con los niños más brillantes o aquellos ciclos que son más atractivos. ¿Es que no nos damos cuenta de que eso nos perjudica? Y probar uno esos ordenadores ya obsoletos, que en muchas ocasiones ni se han utilizado porque los centros no están adecuadamente preparados en redes para poder asumir ese tipo de trabajo.
Si de verdad se quiere llegar con promesas pre-electorales de casi el doble de dinero para cada niño, de nuevos centros para bajar la ratio, de luchar para bajar la tasa de abandono escolar, y del estudio de un plan para paliar todo esto que va a durar 10 AÑOS, ¿10 años más?, hay que reunirse con los profesores y maestros, con los sindicatos, con los representantes de los padres e incluso con representantes de alumnos y ESCUCHARLOS, que Melilla la Vieja seguirá ahí en verano para poder visitarla, pero por favor, en la situación en la que se encuentra nuestra ciudad en materia educativa, para eso, no hace falta venir. Le animamos de verás a replantear una nueva visita, pero una enriquecedora de verdad en la que al menos conozca la realidad de la enseñanza en Melilla, que ya le aseguramos, que no es lo que le contaron o vio el lunes.
