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Los beneficios obtenidos engrosarán los fondos para el proyecto de mejora en una hospital de Haití

El martes abre sus puertas en el Club Marítimo el tradicional Rastrillo de Manos Unidas

El tradicional rastrillo benéfico de Manos Unidas abre sus puertas de nuevo en el Real Club Marítimo de Melilla de los días 24 al 29 del mes en curso. La inauguración será el martes a las 18 horas y, a partir de entonces, podrá ser visitado cada día de 11 a 13 y de 18 a 21 horas. Como en ocasiones anteriores, aquellos ciudadanos interesados en colaborar con tan noble causa como es la mejora de un hospital en la tahitiana Isla de La Tortuga podrán adquirir los productos que han sido donados por los comercios de la ciudad y particulares, así como numerosos objetos elaborados manualmente por los voluntarios de Manos Unidas. A los belenes, ropas, objetos decorativos y de casa, juguetes, o libros, se añaden los productos confeccionados de forma artesanal como pueden ser adornos navideños, marcos o ropa de bebé, entre otros muchos, y además se podrán adquirir las papeletas para el sorteo de una cesta navideña.

Hospital en Haití
En esta nueva campaña anual Manos Unidas Melilla se ha marcado como proyecto un programa destinado a la dotación de servicios médicos en un Hospital en el pueblo haitiano de Palmistes.

El proyecto se sitúa en la isla de la Tortuga que tiene 40.000 habitantes y se caracteriza por un marcado aislamiento en lo que respecta a servicios e infraestructuras y gran escasez de agua, producción agropecuaria y recursos.

En 1995 el Padre monfortiano Roger Riou, de origen francés, logra abrir el hospital con ayuda de unas enfermeras de la Congregación de Misioneras de Friburg de Suiza y las Hermanas Agustinas de Canadá. En poco tiempo el Hospital cogió fama en todo el Caribe, por su excelente servicio médico en áreas de problemas psicológicos y en el tratamiento de la tuberculosis. En 1985 la administración del hospital fue transferida al Ministerio de Salud de Haití. En ese momento los servicios del hospital comenzaron a decaer. En 2001 el nuevo obispo de la diócesis Monseñor Pierre Antoine Paulo, decidió impulsar el cuidado de salud y cuidados médicos en la isla y retornó la administración del hospital a la diócesis, y para ayudarale en el trabajo invitó a las Hermanas de Santa Teresita del Niño Jesús de Tanzania. Las hermanas se hicieron cargo del hospital en diciembre de 2009, unos días antes del terremoto del mes de enero de 2010. En la actualidad, el hospital necesita una ampliación y adecuación de sus espacios para poder prestar determinados servicios y atender con la dignidad suficiente a sus pacientes.

El proyecto, que tiene un coste de 61,447 euros, pretende rehabilitar y equipar un edificio en ruinas del hospital, que permitirá albergar los servicios de sonografía. odontología y fisioterapia, así como un almacén de materiales. De esta manera, se optimizarán los recursos de que dispone el centro y se ampliarán los servicios médicos para los habitantes de La Tortuga.

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Angel Melendez

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