En Melilla sólo el 3,1 por ciento de los menores desamparados son acogidos o adoptados por familias, según datos de la Consejería de Bienestar Social y que vienen a situar a nuestra ciudad muy por debajo de la ya de por sí reducida media nacional que habla de sólo un 15 por ciento como denunció según denuncia la Asociación Estatal de Acogimiento Familiar (ASEAF), que además recuerda que Ley de Protección de la Infancia impone dar prioridad a la acogida en familias, con lo que se evitaría además que estos menores y jóvenes crecieran en instituciones públicas y no en un ambiente familiar. En España "sólo el 15%" de los 22.000 niños bajo protección de las administraciones públicas están en régimen de acogimiento familiar, frente a un 75% que están en centros y un 10% que se aloja en hogares o pisos tutelados, aunque la reciente Ley de Protección de la Infancia impone dar prioridad a la acogida en familias, según denuncia la Asociación Estatal de Acogimiento Familiar (ASEAF).
Institucionalización
Con datos del Defensor del Pueblo, las entidades afirman que tanto en la legislación vigente sobre el menor, como en las bases teóricas y metodológicas de los Servicios Sociales especializados, "el internamiento es la última opción que debe adoptarse en caso de menores en situación de riesgo psicosocial, a favor de otras medidas como el acogimiento familiar", pero sigue vigente.
Melilla se aleja además mucho de esta media nacional, y es que según datos de la Consejería de Bienestar Social a la que ha tenido acceso este Diario, de los 350 menores acogidos en el sistema de protección, tan sólo el año pasado se produjeron cuatro adopciones nacionales, una internacional y seis acogimientos preadoptivos, lo que significa que sólo el 3,1 por ciento de los menores y jóvenes tutelados por la administración local, han sido acogidos por familias.
La vicepresidenta de ADAMCAM, María Arauz, recuerda que el menor solo ve cubiertas sus necesidades materiales en los centros, "pero no las socio-afectivas necesarias para su correcto desarrollo emocional, ya que en un entorno familiar, el menor tiene un mayor contacto con la sociedad en su conjunto, una mayor participación en la toma de decisiones de un núcleo familiar, y vive en un entorno psicosocial más cálido". "A esta circunstancia hay que añadirle que los niños susceptibles de ser acogidos son menores que carecen de un ambiente familiar adecuado, con carencias afectivas, desorientados, que a menudo han sufrido situaciones traumáticas y, con frecuencia, que no han entendido por qué han tenido que separarse de los suyos. Son niños que necesitan sentirse escuchados y queridos como hijos, aunque solo sea durante unos meses, o unos años", explica Arauz.
Por otra parte, denuncia que cuando los menores institucionalizados cumplen 18 años, salen de los centros sin ningún tipo de ayuda económica, "por lo que en muchos casos se convierten en personas solas y sin recursos". Sin embargo, en los casos de menores acogidos en familias, 2 de cada 3 continúan viviendo con ellas por mutuo acuerdo una vez que alcanzan la mayoría de edad. En este sentido, añade que "por estos y otros motivos", la reforma del Sistema de Protección a la Infancia y a la Adolescencia aprobada en julio, sitúa al acogimiento familiar como protagonista absoluto del sistema de protección, aunque "ahora toca aplicarla".
Prestación básica
Por otra parte, la Asociación Estatal de Acogimiento Familiar (ASEAF), compuesta por más de una decena de asociaciones de acogida de todo el territorio nacional, instan al Gobierno a establecer una prestación básica para los menores acogidos, de la que las comunidades autónomas puedan partir, con el objetivo de acabar con las "desigualdades territoriales que se viven en la actualidad".
Además, alertan de que el 91 por ciento de los recursos destinados al acogimiento de menores en desamparo es para los que están en residencias y el 9 por ciento restante para los que están viviendo con familias. Esta organización está trabajando en un proyecto para recopilar datos sobre los recursos de los que disponen las familias acogedoras en cada comunidad autónoma, (ya que no los había hasta ahora), para hacer un análisis comparativo.
Así, aunque informó de que aún no se tienen datos de todas las autonomías, aseguró que "ya se puede extraer la conclusión de que existe una gran disparidad". "Mientras en unas comunidades las familias reciben ayudas para el apoyo o el material escolar, para determinados tratamientos sanitarios, etc. en otras no". En Melilla sí se contempla una ayuda económica y establece, con algunas salvedades, que la cantidad a percibir por la familia por cada menor a su cargo sea el correspondiente al 23,5% del Salario Mínimo Interprofesional.
