Un simulacro de vertido de combustible enmarcado en el plan interior de contaminación marina accidental tuvo lugar ayer en el Muelle Nordeste III. Se trata de un plan recogido por el Puerto de Melilla para este tipo de situaciones. En el caso de que durante el año no se produzcan estos vertidos, como ha ocurrido en esta anualidad, se lleva a cabo un simulacro para los equipos estén a punto y el personal perfectamente entrenado, tal como explicó ayer Miguel Marín, presidente de la Autoridad Portuaria de Melilla. El organismo portuario ha ofrecido una formación específica para estas situaciones y por tanto cuenta con los elementos necesarios para afrontarlas.
En el simulacro realizado ayer a primera hora de la mañana participaron Cepsa, la Comandancia General de Melilla, Guardia Civil, Endesa, Unidad Militar de Emergencias y los responsables de la Autoridad Portuaria en temas de contaminación ambiental por accidentes.
El simulacro se centró en torno a un barco que suministraba combustible a las instalaciones de Cepsa en el muelle nordeste III cuando por un fallo inesperado se produce un vertido en tierra que con posterioridad cae al mar. En ese momento se da la señal de alarma y a partir de ese momento se activa el mecanismo para evitar que el combustible se extienda por la dársena portuaria y por el litoral.
Marín considera necesarios este tipo de simulacros por ser vitales para el entrenamiento y la puesta a punto de los materiales requeridos para realizar estos trabajos, si fueran precisos, en las mejores condiciones.
