Tengo que decir que desde hace un “montón” de años, este que escribe, no ha pisado una sala de cine, y mirad que me gusta, puede que el mayor motivo sea como dice un buen amigo mío, por “mi habitual sordera”, y es raro ya que el volumen de las salas según me dicen “se pasa de decibelios”.
Tendré que armarme de valor y constatarlo posiblemente pronto viendo esa segunda película, posiblemente continuación de “Ocho apellidos vascos”, la cuál no he visto y cuando la hicieron en la tele, viéndola yo subtitulada, reconozco que me dormí casi a los 20 minutos, no vi más. Cuando vaya a ver “Ocho apellidos catalanes”, si no me entero mucho, me pondré mi “pinganillo” o audífono.
Me hizo gracia un chiste gráfico que leí los otros días, en el cuál una supuesta periodista le pregunta a un señor: “Qué cuantos apellidos catalanes conoce”- y este le contesta que “Neymar- Suárez – Iniesta y Messi”, algo perdido y confundido iba el tío.
Desde luego, si hiciesen una película con el título de mi escrito, por lo menos en Melilla el éxito estaría garantizado, aunque al parecer, creo que solo queda en activo la sala del cine Perelló y es que no hay nada mejor como reírse de uno mismo, es un ejercicio muy sano y noble, y además, nosotros, los españoles de cualquier comunidad deberíamos utilizar más a menudo en lugar de tirarnos dardos incendiarios constantemente.
Es más que posible que en cada comunidad, determinados apellidos abunden por descendencia más que otros o sean más característicos del lugar.
En Melilla no, en nuestra ciudad te puedes encontrar un crisol de apellidos de forma muy pareja con descendencia o procedencia de Andalucía, Valencia, Galicia, Cataluña, cualquiera de las Castillas, Navarra, Asturias e incluso el País Vasco. Actualmente, pude que los que más abunden sean los apellidos de origen bereber, del Rif o de origen hebreo, hindúes posiblemente los que menos.
Comenzaré con el mío, por si casualmente puedo demostrar la pureza de mi sangre, por si va y resulta que “tengo sangre azul”, aunque va ser que no, pues desde que me cortaba siendo “chinorri o chavea” jugando con latas en mi Melilla natal, puedo asegurar que siempre era roja y siempre ha sido así, no miento (RH.O-, la universal), la mía válida para toda persona humana, yo en caso de necesitarla, a “joderme”, solo me vale esa. Por eso he sido donante siempre y lo seguiré siendo hasta que cumpla 65 años según me han informado en el Centro de Extracción:
SALIDO: Procedencia, Olmedo (Valladolid) y leo que este apellido probó su nobleza en las órdenes de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa (corporaciones nacidas entonces para la lucha contra “los moros”). En otras zonas más extendidas, serían Cádiz, Jaén, Sevilla, Málaga (de allí era mi padre), Albacete y Burgos.
GARCÍA: Mi segundo apellido, posiblemente el más extendido en España según el INE. Somos cerca de tres millones los García. Que al parecer significaba “príncipe de la vista agraciada”, de origen Ibérico, antes siempre era o iba compuesto, como García de Blasco, García de Burunda, de Camargo, de La Lama o de Quesada.
Por no hacerlo muy largo y por citar algunos apellidos de mis familiares y amigos, cada cuál que pierda un poquito de su tiempo y se busque procedencia “donde le de la real gana”: Rivas era el segundo de mi madre, Pérez el de mi padre, Martínez Martín los de mi esposa, Navarro y Velasco de mis primos nacidos también en Melilla, Segura, Renaud y de amigos y conocidos como: Úbeda, Rosell, Sarabia, López, Guevara, Font, Zaragoza, Veira, Manresa, Casares, Povedano, Mateo, Moreno, Romero, Ramírez, Maza, Vargas, Berruezo, Morillas, Alonso, Suárez, Aguilar, Urbaneja, Abdeselam, Hamed y Giménez/Jiménez y Heredia.
Lo dicho “ocho no, ochocientos o miles de apellidos diferentes”. Como decía más arriba, y supongo, que en Ceuta tres cuartos de lo mismo, podemos presumir los melillenses y caballas de que nuestra tierra española en el norte de África está sembrada de apellidos de todas nuestras comunidades o regiones, e incluso, como diría un buen amigo y gran colaborador de MH desde la “otra orilla”, nuestro Cementerio de la Purísima alberga muchos restos también con apellidos de héroes muy ilustres que dieron su vida por Melilla y por España. Aprovecho la ocasión para unirme a sus dos ¡Legendarias reivindicaciones!, bien argumentadas y cargadas de razón, como son asignar, catalogar y nombrar para siempre nuestro Cementerio, como ¡Cementerio de Héroes de Melilla! Y la modificación de nomenclatura de la calle Napoleón y otras con ningún significado, ni arraigo con Melilla. Señora responsable de Cultura, Señor presidente de la Asamblea, ¡Al loro!, ya tardan, aunque el resto de políticos o formaciones políticas de Melilla también deberían reivindicarlo y decir algo al respecto.
Amigos y paisanos, tengáis los apellidos que sean (vascos, catalanes, andaluces o del magreb), salud, paz, libertad, seguridad y trabajo bien retribuido.
