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La Ciudad refuerza la mediación social con los ‘niños de la calle’ durante la Navidad

Hasta el próximo 8 de enero un grupo de siete trabajadores sociales desarrollarán un importante trabajo de intervención psico-educativa con los entre 30 y 50 menores extranjeros no acompañados (MENAS) que viven en la calle. Así lo anunció ayer el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, que indicó que el objetivo que se persigue es doble, por un lado, lograr que los niños de la calle no se dediquen a la mendicidad o puedan poner en peligro su integridad física al intentar viajar como polizones, y por otro, acabar con "la sensación de inseguridad" que genera en los melillenses la presencia de estos menores deambulando por la ciudad. Explicó el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, que se ha pretendido poner en marcha este programa de intervención socioeducativa con los MENAS aprovechando las fechas navideñas. Se actuará de forma ininterrumpida todos los días de la semana en horario de mañana, tarde y noche, en aquellos lugares en los que estos menores se esconden o ejercen la mendicidad. Según dijo, de las tres empresas a las que se invitó a participar en el concurso negociado sin publicidad, finalmente ha sido Eventos Melilla la que se ha hecho por el contrato por un valor de 17.965 euros.

El trabajo de los siete trabajadores sociales será similar al que desde hace casi tres meses realizan las dos educadoras de calle contratadas para conocer las características, biografías personales y motivos por los que el grupo de MENAS que vive en la calle rechazan estar en el centro Purísima. Las conclusiones de su trabajo se conocerán en enero, pero sí se sabe que el motivo principal de su negativa a estar en el centro de acogida es que deben cumplir normas como el horario, por lo que no podrían estar "a las nueve de la noche en la escollera para intentar embarcar como polizones; así lo dicen ellos sin problemas y lo reiteran", indicó el consejero. Señaló Daniel Ventura que en este tiempo unos dos menores sí han aceptado volver al centro, pero el interés del consejero era que los educadores pudieran realizar una intervención de forma directa en la calle, con los MENAS.

Navidad
Explicó el responsable de Servicios Sociales, que el equipo de trabajadores sociales actuará "de enlace entre los ciudadanos y los propios menores, de manera que si estos menores están en la calle incumpliendo las normas del centro de acogida o practicando la mendicidad, que se pueda intervenir directamente con ellos para que dejen esta labor".

La idea sería que los melillenses pusieran en conocimiento de estos trabajadores sociales de la presencia de MENAS ya sea en un local pidiendo limosna como en lugares donde puedan poner en peligro su integridad física, como por ejemplo el techo de alguna vivienda, como ya recogió este Diario en su edición de ayer.

De esta forma se quiere, además de intervenir con estos jóvenes, es "minimizar la sensación de inseguridad que en cierta medida genera entre los melillenses la presencia de los MENAS en la calle". Los trabajadores "estarán en sitios visibles, como la Plaza de las Culturas, zona centro o lugares donde están los MENAS e incluso las zonas de ocio para poder hacer una mediación inmediata". El equipo realizará una memoria de cada menor al que atiendan, y estarán coordinadores con el personal del Centro de Purísima y con el coordinador de la unidad de Menores de la Policía Local por si fuera preciso intervenir.

En la actuación, además de reseñar la filiación y datos personales del menor, "se trabajará parea conocer sus intereses y sobre todo, se harán actividades de ocio y de esta firma sacarlos de la zona donde practican la mendicidad". Se busca "conocer la realidad de cada menor, alentarles de los peligros de vivir en la calle, reestructurarles cognitivamente para tratar las distorsiones que maneja, conocer las influencias negativas a las que están expuestos, derivar a los menores a los especialistas que sean necesarios por sufrir alguna patología o adicción, derivarlos de las zonas de peligro a las de protección y fomentar la socialización".

Protocolo
Por otra parte el consejero señaló que ya está en marcha un nuevo protocolo de seguridad en el Centro de Purísima que incluye "órdenes claras" para que los vigilantes del centro puedan hacer "un control más exhaustivo de las entradas y salidas de los menas". El objetivo, "impedir o minimizar las posibilidades de que se escapen como hacen".

Previamente hace meses se realizaron trabajos estructurales en el centro, como elevar los muros por los que saltaban a la calle o la colocación de mallas antitrepa en algunas ventanas y ahora se hace un último refuerzo de la seguridad con este protocolo que cuenta con la colaboración de la Policía Local, el equipo directivo del centro y la empresa encargada de la seguridad del recinto.

Indicó Daniel Ventura que Purísima cuenta con un Reglamento de Régimen Interno que cuenta también con un apartado disciplinario para el caso de que se infrinjan las normas. En este caso ese régimen disciplinario no incluye la reclusión del menor que no respete las normas y horarios, sino las medidas educativas a aplicar en cada caso. El fin es que comprendan que sus actos tienen consecuencias y que si no cumplen las normas "no podrán salir y disfrutar de actividades de ocio como el resto de compañeros, sino que tendrán que quedarse en el centro realizando actividades educativas con los educadores". El protocolo incluye además la orden a los vigilantes de que el menor que ha incumplido las normas no puede abandonar el recinto.

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Jesús Andújar

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