El fenómeno migratorio que protagonizan los menores extranjeros no acompañados (MENA) cada día en Melilla sigue en ascenso. Así lo atestiguan las estadísticas de la Guardia Civil, a las que ha tenido acceso MELILLA HOY, según las cuales este cuerpo de seguridad ha interceptado en los once primeros meses del año a 2.693 inmigrantes menores de edad, la gran mayoría de nacionalidad marroquí, en su intento de colarse en el puerto para acceder a los barcos a escondidas y llegar a Europa como polizones. Más de la mitad de esa cifra total de menores se ha registrado en los últimos cuatro meses del año.
En concreto, entre agosto y noviembre suman un total de 1.430 menores localizados y auxiliados por la Guardia Civil, un 53,1% de los 2.693 que se han contabilizado en los once primeros meses del año. Es de prever que esta estadística supere fácilmente la barrera de los 3.000 interceptados de seguir la dinámica como en este tramo final de 2015, en el que se están contabilizando casi 400 mensuales.
Por ejemplo, en noviembre hubo 394 menores interceptados y trasladados al centro de acogida de la Ciudad Autónoma. Fue el mes con la cifra más alta, aunque muy cercana a la que se dio justo el mes anterior, octubre, que terminó con 387 menores auxiliados. Agosto y septiembre, con datos más bajos, se quedan no obstante por encima de los tres centenares: agosto, con 349, y septiembre con 300.
Otra diferencia llamativa es la que separa las cifras de estos últimos cuatro meses con las que se registraron en la época posterior al refuerzo de medidas que llevó a cabo la Guardia Civil en Melilla La Vieja para tratar de abordar este problema. Entre ellas, la instalación de un obstáculo en las inmediaciones del Faro de Melilla La Vieja y la nueva garita de vigilancia de la cuesta de la Florentina, que tiene una vigilancia permanente por parte de la Guardia Civil.
Estas medidas conllevaron a que en el mes de marzo la Guardia Civil contabilizara tan sólo 90 actuaciones; en abril, 112, en mayo, 149 y en junio, 201. La suma de estos cuatro meses supone 552 menores localizados, lo que evidencia que las medidas funcionaron durante un tiempo. Sin embargo, su posterior aumento también indica que los menores extranjeros no acompañados han buscado otros procedimientos para sortear el refuerzo del control de la Benemérita en el Pueblo.
Datos objetivos
Según han informado a MELILLA HOY fuentes de la Guardia Civil, estos datos son objetivos y no cabe lugar a interpretaciones erróneas, porque así está establecido en el sistema operativo SIGO (Menores trasladados al Centro de Menores de la Ciudad Autónoma).
En cambio, antes de que se aplicara este sistema, la Guardia Civil contabilizaba otros datos como actuaciones con menores, entre las que se encontraban avistamientos, intentos de entrada en zona de seguridad portuaria o rechazos directo antes de su entrada. Es por esta razón por la que 2014 terminó con unas 4.200 actuaciones con menores, si bien la Benemérita insiste en que ese dato no es tan objetivo como el de este año, ya que son “estadísticas distintas”.
Incidentes graves
La Guardia Civil también ha contabilizado los incidentes graves que se dan en el control de los menores extranjeros no acompañados en las inmediaciones de la zona portuaria de Melilla, entre ellos cuando tratan de acceder a la zona de seguridad portuaria en grupos masivos, lanzando piedras, o actuando con cualquier otra actividad contraria al orden público.
El número varía en la estadística sin una tendencia clara, ya que en agosto hubo 4 incidentes, a los que siguieron otros 12 en septiembre, 14 en octubre y 6 en noviembre.
Un triple objetivo
Fuentes del instituto armado indican que el control de los menores no acompañados por parte de la Guardia Civil en la zona de su demarcación es una de las tareas que más medios y recursos tanto humanos como materiales destina la Comandancia en su quehacer diario. “Ello es así porque por un lado prima la atención singularizada que requieren en base a la protección del menor, también el evitar que puedan sufrir algún tipo de lesión o que pongan en peligro su integridad física”, apuntan desde la Guardia Civil. Asimismo, otro de los objetivos es impedir la inmigración irregular de estos menores en las condiciones que pretenden hacerlo.
