La decisión de CpM de no faltar a ningunas elecciones seguramente marcará un antes y un después en Melilla y cambiará drásticamente los resultados, sobre todo para las opciones nacionales de izquierdas a las que tradicionalmente ha ido el voto del electorado de CpM en ausencia de éste, fundamentalmente el PSOE Coalición por Melilla se presentará a todos los procesos electorales que se celebren en Melilla «sí o sí». Es de suponer que este anuncio, realizado por Mustafa Aberchán apenas 48 horas después de que se celebraran las elecciones generales, no ha dejado indiferente al resto de partidos por lo que supone la incorporación de un rival fuerte en la pugna por los votos. No es cosa baladí, teniendo en cuenta que CpM es el segundo partido más importante de la Asamblea y su poder de movilización de su electorado es bien conocido por todo el mundo. Sus propios rivales lo han reconocido en la campaña electoral porque han comentado en no pocas ocasiones que se notaba que CpM no participaba. Se pudo ver desde la misma noche de la pegada de carteles en la Plaza de España, desangelada pese a ser el arranque de la campaña por las elecciones más disputadas del periodo democrático en España.
En las autonómicas, donde los cepemistas no faltan desde su fundación en 1995, la campaña es muy diferente y no sólo porque sean unas elecciones mucho más cercanas a los ciudadanos. Buena parte de «culpa» la tiene CpM y su poder de convocatoria y movilización de la militancia y electorado, lo que obliga a su vez al resto de competidores a ponerse las pilas para intentar contrarrestar ese efecto y evitar que les coman el terreno. Esa fuerte rivalidad deriva en una constante tensión que se mantiene hasta incluso días después del recuento de votos en las mesas. Esa es la causa por la que la presencia cepemista en unas elecciones deriva en mayores incidencias, como la historia así lo atestigua. No hay más que repasar las hemerotecas sobre las elecciones autonómicas y las generales de 2008, en las que CpM se presentó en una convocatoria conjunta con el PSOE.
No le faltaba razón a Aberchán cuando decía el martes que cuando en unas elecciones CpM se presenta, hay una mayor participación de los melillenses y la abstención, siempre muy alta en la ciudad, disminuye respecto a las elecciones en las que se ausenta. Esa mayor participación no es mérito únicamente de los cepemistas, pues ese mayor número de votos no se concentra sólo en CpM sino que se reparte entre todas las opciones políticas. Pero sí es verdad que la participación del partido de Aberchán estimula al resto a esforzarse más en hacer una campaña de mayor intensidad, que es lo que debería ocurrir siempre, independientemente de las opciones políticas que se presenten. Por eso esta decisión de CpM de no faltar a ningunas elecciones seguramente marcará un antes y un después en Melilla y cambiará drásticamente los resultados, sobre todo para las opciones nacionales de izquierdas a las que tradicionalmente ha ido el voto del electorado de CpM en ausencia de éste, fundamentalmente el PSOE.
