Un usuario del Centro de Salud Zona Centro, Juan Manuel Cañada Espinosa, ha presentado ante la Jefatura Superior de Policía una denuncia contra un médico pediatra de dicho centro, por una presunta agresión, primero por agarrarlo fuertemente del brazo cuando se encontraba sujetando a su hija en brazos y posteriormente intentar pegarle, algo que asegura impidieron las personas que había en el hall de dicho centro, tras una discusión con una enfermera que no les avisó de que anularan la cita para vacunar a su hija de un año, porque no había vacunas disponibles. El denunciante ha adjuntado a la denuncia el parte de lesiones por la supuesta acción del pediatra y está a la espera de ser convocado para el juicio que tendrá lugar por estos hechos. Cañada Espinosa también pondrá este caso en manos del Colegio de Médicos de Melilla.
Juan Manuel Cañada Espinosa ha señalado en la denuncia que el pasado día 23 de diciembre, a las 12.15 horas, acudió al Centro de Salud Zona Centro de Melilla junto con su mujer y a su hija para ponerle la vacuna del primer año a su hija, ya que tenían cita para ello. Sin embargo, narra que cuando se personaron en la consulta de enfermería, la enfermera que allí se encontraba les dijo que no había vacunas, que se marcharan y pusieran una reclamación si lo deseaban. Admite que su mujer y la enfermera discutieron ya que deberían haberlos avisado con antelación para que no fueran al centro de salud.
Seguidamente se dirigieron a recepción para interponer una reclamación. Así asegura que a los pocos minutos se personó un médico pediatra, al que tienen identificado, “hablando de malas formas”, que presuntamente se dirigió a ellos “diciéndoles que no tendrían que poner ninguna reclamación”, marchándose el pediatra a su consulta.
El uso de “gilipollas”
En la denuncia en la Jefatura Superior, Juan Manuel Cañada Espinosa ha explicado que se fue a la consulta del pediatra para hablar con él y pedirle explicaciones “observando como el mismo discutía con la enfermera antes citada”. “Preguntó del por qué esta situación y si los estaban tomando por gilipollas, y el médico pediatra comenzó a gritarle, por lo que decidió regresar junto a su mujer a la recepción”.
El denunciante ha asegurado que “a los diez minutos se volvió a personar el pediatra diciéndoles a los que allí trabajaban que dieran de baja a esta familia del centro ya que no pertenecen al mismo y seguidamente, teniendo el dicente a su hija menor en sus brazos, el médico pediatra fue hacia él por la espalda y lo agarró fuertemente del brazo y alzó el puño con intención de golpearle, acto que fue impedido por las personas allí presentes, que lograron separar al médico pediatra, gritando este que: “A mí nadie me llama gilipollas”.
En el documento policial se señala además que minutos después se presentó la Policía Nacional, a los que Juan Manuel Cañada Espinosa les narró su versión de lo sucedido y quienes le indicaron los trámites a seguir para interponer una denuncia.
Juan Manuel Cañada Espinosa ha aseverado que por las lesiones sufridas en su brazo izquierdo fue atendido en el mismo centro de salud, donde le expidieron el correspondiente parte facultativo, del que adjunta copia en la denuncia.
