El pasado miércoles las autoridades españolas y marroquíes tomaron la decisión de no permitir el acceso a Ceuta de porteadores desde el 31 de diciembre hasta el 12 de enero, para intentar normalizar y agilizar el tránsito, tras varias avalanchas en la frontera. Este suceso, también se ha producido en más de una ocasión en el puesto fronterizo de Barrio Chino, por lo que desde las organizaciones como la Unión Federal de Policías (UFP) o la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) piden adecuar cuanto antes dicha frontera que sufre similares problemas. Así, mientras desde UFP ven "extremista" la medida tomada en Ceuta, AUGC vería necesario aplicarla en Melilla. Desde el Comité Regional de Melilla de la Unión Federal de Policía (UFP) consideran "drástica y extremista" la medida tomada entre las autoridades españolas y marroquíes de no permitir el acceso a Ceuta de porteadores desde el 31 de diciembre hasta el 12 de enero, justo después de la fiesta que conmemora el fin del Protectorado francés en el país vecino.
Según señaló su portavoz, Enrique Travieso, en declaraciones a este diario "hay formas y maneras de acometer estás remodelaciones y no consiste en cerrar y prohibir, sino organizar". En concreto, ven necesario "adaptar las infraestructuras con la realidad que existe", y es que con medidas como las adoptadas hay "muchos sectores perjudicados" incluido la economía del país. Y es que las mercancías que se pasan por la frontera repercuten en la economía del país y de la ciudad. Aún así, Travieso considera que estas decisiones deben ser adoptadas en casos "extremos" como con cuestiones de máxima seguridad relacionadas con el terrorismo.
Acuerdo hispano-marroquí
Entre las medidas que la UFP considera necesario para acabar con estos aglomeraciones que pasan tanto en la frontera del Tarajal en Ceuta como en ocasiones en el puesto fronterizo de Barrio Chino en Melilla está en primer lugar, abordar este tipo de sucesos en las reuniones bilaterales hispano-marroquí con el fin de llegar a un acuerdo "serio", que permita un tránsito óptimo. Esto, según el portavoz de UFP Melilla, sería positivo para el comercio de las ciudades autónomas y el país vecino, así como para el propio tránsito de residentes, algo que cree posible "conjugándola con la seguridad".
Otra de las medidas por las que apuesta UFP, es la instalación de un escáner que permita visualizar el interior de las mercancías que pasan por la frontera con el fin de mejorar la seguridad, así como de una cinta transportadora con el fin de acabar con las condiciones "tercermundistas" en las que se encuentran los porteadores de Barrio Chino.
Para todo ello, Travieso apuesta también por una comunicación y diálogo entre los sindicatos y las administraciones, sin "despreciar" las propuestas de las organizaciones quienes pueden plantear "cosas en positivo y razonadas".
AUGC: también para Melilla
Por otro lado, desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Melilla, ven necesaria la decisión tomada en Ceuta, debido a que "primero está la integridad de las personas", tanto de porteadores, como de miembros de las Fuerzas y Cuerpo de Seguridad del Estado (FyCSE).
AUGC vería positivo llevarlo a cabo en la ciudad "mientras se preparan las infraestructuras adecuadas" y es que "lo que no está bien es lo que está pasando", critican desde la asociación en referencia a las lesiones que han sufrido diferentes miembros de la Benemérita en algunas ocasiones en dicha frontera.
"Todo el mundo mira para otro lado", reprochan desde la organización tanto en referencia a la Ciudad como a Delegación de Gobierno. Por ello, apuestan por "medidas contundentes" como las que se han tomado en Ceuta.
Gravilla para evitar caídas
La asociación criticó las condiciones en las que se encuentran las infraestructuras del puesto fronterizo de Barrio Chino con los "palé" para la mercancía, así como, el suelo, del que advierten que cuando se inicien las lluvias va a suponer un mayor peligro. Para ello, AUGC insiste en la instalación de al menos "gravilla", para evitar los barrizales que se pueden conformar con el temporal.
Esta fue una de las propuestas que la asociación trasladó en su momento al exdelegado de Gobierno, Gregorio Escobar y posteriormente al actual delegado, Abdelmalik El Barkani, quien se comprometió al menos estudiarla aunque hasta ahora no ha sido instalada, critican desde AUGC.
De la misma manera, explican que las reformas realizadas en Barrio Chino para instalar los tornos en la frontera "no preveían tal volumen de personas" lo que hace que sea insuficiente.
Una figura "prostituida"
Otro de los problemas de dicha frontera es lo que ha ocurrido con la figura de los 'gorrillas' o 'chalecos' quienes regulaban el tráfico a cambio de poder traspasar entre dos o tres bultos, cuentan desde AUGC. Sin embargo, señalan que si bien al inicio de 2010 cuando se propuso esta figura "servía de apoyo", actualmente se está "desmadrando".
La asociación explicó que "ahora los comerciantes directamente contratan a gorrillas y chalecos para asegurarse de que pasen, y no solo pasan unos dos o tres bultos sino diez y quince".
Esto provoca, según indican, "descontento e impotencia" entre el resto de comerciantes y se provocan las "aglomeraciones y avalanchas". "La figura se ha prostituida, y lo que beneficiaba ahora perjudica", lamentan desde AUGC.
Control de la valla
La organización de guardias civiles también relata que los agentes están en la frontera para mantener el orden público, aunque actualmente critican que se tengan que dedicar a controlar y ordenar las mercancías. Según apuntaron desde AUGC el guardia civil que llega a primera hora habla con el "mehani' que sirve de enlace para pasar qué tipo y en qué orden se pasan los productos.
A juicio de la asociación este trabajo que actualmente realizan, debería ser llevado a cabo por la seguridad privada que contrate el comerciante que quiera pasar una mercancía por la frontera.
Para la asociación esto quita refuerzo para las labores de control en el perímetro fronterizo, dedicando más efectivos en Barrio Chino que a dichas labores en la valla.
