El míster melillense, en la rueda de prensa posterior al encuentro celebrado el pasado domingo en el Pabellón Javier Imbroda, destacó el crecimiento que mostró su equipo durante toda la contienda y el buen papel de Hernández-Sonseca y de Edwards en la ‘pintura’. También, y pese al gran partido realizado por sus jugadores frente al Ourense Provincia Termal, no dudó en señalar que deben mostrarse más consistentes en las labores defensivas.
El entrenador del Melilla Baloncesto comenzó su intervención recordando que, en su anterior comparecencia ante los medios, manifestó que “el equipo debía seguir creciendo, no confiarse y crecer en algunos aspectos del juego”. En este sentido, consideraba que los suyos fueron “de menos a mas, creciendo, pero no me gustó la defensa que realizamos. Por rachas la misma fue excelente, pero hubo momentos en los que nos faltó intensidad”.
Cronológicamente, Alejandro Alcoba cree que sus jugadores salieron “muy acertados en ataque pero con problemas defensivos, especialmente en el rebote, algo que mejoramos en el segundo periodo. Al final del cuarto los orensanos nos desactivaron en ataque y aprovecharon para recortarnos la desventaja, yéndonos al intermedio con solamente nueve puntos de renta”, recalcó.
Llegados al tercer acto, el preparador melillense incidió en que lo empezaron “frío” y con dos triples consecutivos ellos se metieron de lleno en el partido. “Nos costó arrancar en este cuarto e incluso con varias pérdidas de balón que cometimos. Todo ello facilitó que Ourense se colocase muy cerca nuestro en el marcador, aunque, gracias a la defensa y a la aportación de Hernández-Sonseca, el equipo terminó despegando y abriendo una brecha importante en el electrónico”. Así que con el colchón de puntos con el que contaba el Melilla Baloncesto, su técnico aprovechó los últimos minutos para “dar descanso a la plantilla, que físicamente está al límite”, aseguró.
En definitiva, Alejandro Alcoba reconoció sentirse “contento por el ritmo y la lucha que despliega el grupo, pero sí que pondría un punto negro en el aspecto que tenemos que ser más constantes en defensa durante todo el encuentro”. Por último, se mostró convencido de que “el equipo se divierte y eso hizo que la afición también se divirtiera el pasado domingo con el Melilla Baloncesto. Ese es el camino a seguir con vistas a los próximos compromisos de este mes de enero, que son muy importantes, incluida la final de la Copa Princesa, que se disputará el día 29”.
La competición no da un momento de tregua y los melillenses ya tendrán que poner los cinco sentidos en la difícil salida que afrontarán el próximo viernes a tierras coruñesas para medirse al Leyma Básquet.
