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Y siempre, la Cultura

Lo cierto es que las actividades musicales, sobre todo en Navidad, adquieren un notable protagonismo y un gran respaldo de público hasta el punto que la balanza se va igualando progresivamente con las representaciones del arte de Talía, De continuar esta progresión habrá que preguntar a los melillenses: ¿teatro o música? Mejor ambas, y siempre, la Cultura.
Muy numerosos son los que apoyan la tesis de que el conjunto de todas las formas y expresiones de una sociedad determinada, así como los modos de vida y costumbres, conocimientos o grados de desarrollo artístico o científico, se puede considerar Cultura.

Otros consideran que se trata de una manera de caminar por el mundo y explorar la vida, el presente y el pasado de una determinada comunidad. Además la Cultura como producción intelectual, creada en multitud de ocasiones por las capas populares de la sociedad, es un índice del grado de educación, civismo, tolerancia e incluso del nivel económico de las sociedades y pueblos.

Sin ánimo de ser visionario, ni de tener un coeficiente mental superelevado, está claro que en Melilla entre la multitud de manifestaciones artísticas que se ofrecen a lo largo del año, la que goza mayoritariamente del favor del publico melillense, y por tanto, destaca con brillo propio es el teatro. Y la respuesta del público melillense a las actividades programadas y ofrecidas por la Consejería de Cultura, es máxima ante obras teatrales, aunque también se deja captar por la gastronomía, el cine, la fotografía, la pintura y por la música que es otra de las ramas del arte que cuenta con más adeptos en la ciudad.

En base a un análisis de la demanda artística y teniendo en cuenta la presencia en Melilla de numerosos grupos teatrales como son los casos de Tallaví, Concord, Arrabal, Bombalurina o Mirrolde, entre otros, a los que el pasado mes se unió “V Recinto” creada por Francisco Casaña, el área cultural optó en pasadas temporadas por ofrecer una sesión mensual relacionada con el Arte de Talía por considerar que la Cultura también camina en función de las preferencias de los propios ciudadanos, y está claro que a nivel generalizado las representaciones teatrales en Melilla y, mucho más, desde que se inauguró el espléndido Teatro Kursaal llegan en muchas ocasiones acompañadas del siempre deseado, por parte de actores y empresarios, cartel de “no hay entradas”.

Y de momento parece que las representaciones culturales continuarán a un ritmo similar en la programación cultural a pesar del cambio que se ha experimentado al pasar la titularidad de la Consejería de Simi Chocrón a Fadela Mohatar.

Aunque aún no se han hecho públicos los datos sobre el número de espectadores que han disfrutado de los espectáculos ofrecidos en el Teatro Kursaal a lo largo de 2015, todo hace pensar que será cercano al de anualidades anteriores, es decir, en torno a 40.000 personas, que acudieron en 2014 a casi un centenar de eventos encabezados mayoritariamente por el teatro. al que siguió la música que da luego paso a actividades variadas como la danza o a la panorámica cinematográfica a través de la Semana de Cine
El Kursaal abrió sus puertas por vez primera en 2016 con una actividad musical a cargo de "The London Community Gospel Choir" y ayer lo hacía con el musical infantil “Pulgarcita”. Una senda, la cultural, que atraviesa un buen momento y que habrá que seguir alimentando, sin bajar la guardia, por el devenir artístico de Melilla. Todo un logro de la Ciudad Autónoma y de la Consejería de Cultura que está alentando en gran medida la música. Y lo cierto es que las actividades musicales, sobre todo en Navidad, adquieren un notable protagonismo y un gran respaldo de público hasta el punto que la balanza se va igualando progresivamente con las representaciones del arte de Talía, De continuar esta progresión habrá que preguntar a los melillenses: ¿teatro o música? Mejor ambas, y siempre, la Cultura.

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