Tras un año en la Liga Endesa y un periplo internacional que le llevó a exhibir su talento en Francia y Uruguay, Pep Ortega regresó a la Liga que le encumbró para convertirse en el nuevo referente interior dentro del vestuario de un Cafés Candelas desde el que ejerce ya como uno de los jugadores a tener en cuenta de cara al tramo final de la competición. Un año, siete meses y veinte días separan el 18 de mayo de 2014, en el que Pep Ortega disputó su último encuentro en la Liga LEB Oro, de su retorno a la competición en la tarde del pasado domingo día 10.
Por aquel entonces, el capitán del Ford Burgos conquistó su segundo ascenso consecutivo, culminando un año mágico en el que llegó a coronarse como el mejor ala-pívot de la temporada. Números que bien valieron su salto a la Liga Endesa, dando paso a un par de campañas en las que este experimentado jugador interior exportó incluso su calidad, con sendos contratos en Uruguay y Francia, países en los que militó durante el comienzo de la presente campaña, antes de emprender el camino de regreso a la que siempre será su casa.
De este modo, el interior catalán puso rumbo su nuevo destino para incorporarse al día a día de un equipo con el que retornar a una competición de la que guardaba un cariño especial. "Cuando surgió la oportunidad de ir a Lugo no me lo pensé mucho, pues estábamos hablando de uno de los clubes históricos del baloncesto español, uno de esos equipos que siempre son candidatos a todo dentro de una LEB Oro, en la que siempre me he sentido muy cómodo. Es una liga muy exigente en la que nadie te regala nada y, ya desde mi primer año en el Gijón, aprendí que debes auto exigirte el máximo para poder disponer de minutos. Eso me ayudó a crecer durante dos temporadas en el Girona, de las que guardo un recuerdo especial y, sobre todo, a hacerlo bien en esos dos últimos años en el Burgos, en los que encontramos el mejor premio posible tanto con la conquista de la Copa Príncipe como de los dos ascensos a la Liga Endesa".
Tras su paso por la Liga Endesa y por Uruguay y Francia, recibió un gran recibimiento por parte de la que es su nueva afición, y ataviado con su habitual dorsal cuatro a la espalda, Pep Ortega disputó el pasado domingo sus primeros minutos con la que será su camiseta, al menos para lo que resta de temporada.
El balance final, 14 puntos que hicieron de él el jugador más valorado, con un equipo con el que sumó minutos de calidad. "Lo cierto es que me he sentido muy cómodo tanto en los primeros entrenamientos como en este primer partido. Tanto el cuerpo técnico como los compañeros me están ayudando a integrarme cuando antes y en ese sentido juega un papel fundamental Dani López, con quien coincidí ya en Burgos. Día a día me voy acoplando al equipo aunque, como es lógico, aún voy a necesitar un tiempo para poder hacerme tanto a los sistemas como a la filosofía de juego de un equipo en el que creo que hay mucho potencial".
Es precisamente esa creencia la que llevó al ex jugador del Ford Burgos a apostar por un proyecto en el que confía plenamente. "Aunque las cosas no hayan salido del todo bien durante la primera vuelta, creo que el equipo puede llegar lejos en esta competición. Ahora mismo nuestro balance nos permite ocupar plazas de Play-Off y hay un gran grupo humano realmente comprometido con los objetivos del club. Sabemos que quedan muchos partidos por delante y que esto es muy largo, igual que una mala dinámica llevó al equipo a perder puestos, tan pronto como podamos enganchar dos o tres triunfos seguidos vamos a poder escalar de nuevo posiciones a la búsqueda del mejor lugar posible de cara al Play-Off final y ahí sabemos que todo empieza de nuevo".
Y será precisamente el tiempo que resta hasta el Play-Off el mejor aliado posible, tanto para el equipo como para un Pep Ortega dispuesto a demostrar en el Lugo que tanto él como su nuevo equipo están de vuelta. "Desde el primer minuto he entendido que aquí el baloncesto se vive de una manera especial y es precisamente ese ambiente lo que yo necesito en este momento de mi carrera. La exigencia del Pazo siempre es máxima y eso debe ayudarme a recuperar las sensaciones que perdí el año pasado y a ganar confianza a base de minutos. Que nadie tenga ninguna duda de que voy a dar el máximo en cada partido para ayudar al equipo y para que, entre todos, podamos disfrutar al máximo del tramo final de una temporada en la que será indispensable poder contar con el apoyo de esta gran afición".
