La Delegación del Gobierno anunciaba la llegada de una Unidad de la Policía Nacional como refuerzo a las especiales medidas que ponía en marcha la autoridad gubernamental con el fin de mantener la normalidad ciudadana en nuestro territorio en previsión de las posibles contingencias que pudieran acaecer como consecuencia del inicio de la Guerra del Golfo.
El delegado del Gobierno, Manuel Céspedes, había mantenido en los últimos días reuniones con los diferentes directores provinciales y representantes municipales, al objeto de plantear el desarrollo del llamado Plan Operativo e Melilla. Este proyecto, en fase de aplicación, suponía la llegada de inversiones estatales por valor de doce mil quinientos millones de pesetas para el trienio 1990-1993.